
Cuturuví: ¿Cuántas viviendas están en riesgo ?
La academia detecta reactivación de deslizamiento de 1995 en Cuturuví Grande
La comunidad de Cuturuví, en el cantón Pujilí, enfrenta nuevamente una amenaza geológica que recuerda el deslizamiento ocurrido en 1995. El ingeniero en geología Luis Pilatasig, docente de la Facultad de Ingeniería en Geología, Minas, Petróleo y Ambiental de la Universidad Central, advirtió que se han identificado nuevas fracturas en el terreno, lo que podría indicar una reactivación del antiguo movimiento de masas.
“El deslizamiento de 1995 fue detectado desde la parte alta, en Cuturuví Grande, hasta la parte baja, en Cuturuví Chico. Lo que vemos ahora es una reactivación de ese proceso. Es incluso más grande que el deslizamiento ocurrido en Cachi”, explicó Pilatasig. Según el docente, este tipo de movimientos son superficiales, no corresponden a fallas geológicas profundas, y actualmente se trataría de un deslizamiento transverso lento.
Las primeras señales del fenómeno se habrían evidenciado en el mismo sitio donde, hace casi tres décadas, el Municipio de Pujilí construía una conducción de agua potable que terminó rompiéndose por inestabilidad del suelo. “Hoy encontramos grietas a tan solo 200 metros de las viviendas más alejadas de Cuturuví Grande, lo cual nos preocupa especialmente porque esa zona alberga al menos 100 casas”, señaló.
Pilatasig enfatizó que uno de los factores que podría estar acelerando el movimiento es la presencia de agua en el terreno. “Hemos detectado acumulación de agua al este de la carretera en construcción. Proviene de las montañas del occidente, de la zona de Cuturuví Grande”, indicó. La humedad podría estar lubricando las capas del suelo, facilitando su desplazamiento.
¿Qué es lo que recomiendan los investigadores?
Ante esta situación, los investigadores recomiendan realizar estudios más profundos para determinar la ubicación exacta y la inclinación del plano de deslizamiento. “Hay que hacer perforaciones o aplicar métodos geofísicos que nos permitan entender mejor cómo se comporta el subsuelo”, dijo.
Pese a que las instituciones locales no han conservado los mapas elaborados tras el evento de 1995, la academia cuenta con copias que serán utilizadas como base para un nuevo análisis técnico. “Nosotros vamos a continuar investigando la zona, no solo por interés institucional, sino también académico. Entregaremos un informe preliminar esta misma semana”, anunció Pilatasig.
En colaboración con el Municipio de Pujilí, la universidad también ha instalado mojones de monitoreo en el área afectada. “Si esos mojones se mueven, debemos tomar medidas urgentes. Si no, estaremos más tranquilos. Pero es importante darles seguimiento”, sostuvo.
Finalmente, el geólogo hizo un llamado a las autoridades para preparar a la comunidad. “Todo dependerá de la velocidad con la que se mueva el terreno. Si se incrementa, el riesgo es mayor. La gente debe estar informada y preparada para actuar”, concluyó. (GT)
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