
Coronavirus: Delincuentes aprovechan la crisis para estafar por Internet
Interpol, la Policía Internaciona, ha detectado estafas en internet, por llamadas telefónicas y por phishing.
La pandemia por el COVID-19 que afecta a decenas de países en el mundo no ha frenado el avance de estafas y fraudes de ciberdelincuentes que han aprovechado la crisis para consolidar sus delitos.
Las actividades fraudulentas han sido divididas en categorías. En un documento emitido por la Policía Internacional, Interpol, denominado ‘Pandemia de COVID-19, Directrices para las Fuerzas del Orden’ se habla de estafas en línea, estafas telefónicas y phishing.
La Interpol señala que los estafadores crean sitios web fraudulentos, plataformas de comercio electrónico y cuentas de medios sociales y envían mensajes de correo electrónico para vender y entregar a domicilio productos médicos.
Asegura que en algunos casos, los estafadores “utilizan nombres de conocidas empresas que se dedican a la producción y distribución de tales artículos”. Lo que hacen después es pedir a las potenciales víctimas que efectúen los pagos por medio de transferencias.
La Interpol ha recibido información sobre un nuevo tipo de estafas a través de llamadas telefónicas que guarda relación con la pandemia de COVID-19.
¿Cómo opera? Una persona que pretende ser un pariente hospitalizado llama a una persona de la tercera edad y pide que asuma los costos del tratamiento. Para ello, pide transferencia de dinero o entrega de dinero a falsos representantes del sistema de salud pública.
La otra modalidad es que los delincuentes, haciéndose pasar por autoridades de salud, envían cartas o mensajes de correo relacionados con la pandemia. Lo que buscan es que las potenciales víctimas se conecten a un sitio web e ingresen direcciones de correo y contraseñas para utilizar los datos, acceder a información sensible y sustraer sus fondos.
Interpol recomienda que las fuerzas del orden deben dar a conocer a los ciudadanos esas formas de estafa, a través mensajes de difusión pública.
La Unidad de Delincuencia Financiera de Interpol ayuda a los países miembros a interceptar dinero enviado por víctimas de delitos relacionados con actividades fraudulentas.
El jurista Carlos Alvear señala que el problema en gran parte, respecto a estafas por internet, phishing o estafas telefónicas, es el exceso de confianza o la ingenuidad de los usuarios.
“En muchos países no existe nuestra cultura de entregar la tarjeta de crédito para que la lleven a la caja, realicen el cobro y la devuelvan, porque el mismo plástico tiene información con la que se podrían hacer transacciones sin la autorización del usuario”, dice.
Para Alvear la solución a este problema es la educación para la prevención, la que debería estar a cargo de los mismos bancos y a través de campañas de la propia Superintendencia de Bancos como eventualmente se realizaban anteriormente.