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Los ciudadanos siguen aglutinándose en los exteriores de supermercados para abastecerse de víveres. Usan mascarillas, pero no respetan la distancia social.gerardo menoscal / EXPRESO

Coronavirus: La confianza en el Gobierno está a prueba

Las reformas económicas levantan voces de rechazo. El llamado es a dejar la “politiquería”

Confianza. Un elemento que cuesta mucho edificar y fácilmente se va. El Gobierno Nacional se caracteriza por los grandes anuncios que le cuesta llevar a la práctica. Por ejemplo, la poco productiva efectividad de aterrizar la política de austeridad anunciada desde 2017. La decisión de eliminar los subsidios al combustible de octubre pasado y que tuvo que dar marcha atrás por las protestas indígenas y del sector transportista.

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En definitiva, es un capital político venido a menos que sería tan valioso en momentos como esta crisis sanitaria por el coronavirus, en la que necesita el apoyo de las bancadas políticas para aprobar el paquete de reformas económicas. Wilma Andrade, asambleísta y presidenta de la Izquierda Democrática, cree que lo existe es un problema de falta de confianza hacia el Gobierno, de comunicación interna y de celeridad en las decisiones. “Hay una ausencia de confianza. Hace falta un liderazgo que unifique, que conmueva, que logre solidificar la unidad nacional. Tenemos un Gobierno que está pensando en ganarle las elecciones al correísmo”.

¿Cómo lograr esa confianza? “Si se quiere aglutinar apoyo, el vicepresidente (Otto Sonnenholzner) tiene que declinar cualquier posibilidad de candidatura futura. Es la única manera de lograr la confianza y el apoyo de todos”.

El líder del movimiento CREO, Guillermo Lasso, coincide en parte con Andrade. Reclama liderazgo del presidente Lenín Moreno tanto interno para llamar a la unidad, como externo para convocar los recursos que hoy necesita Ecuador aplicando la diplomacia directa. “Son los ciudadanos los que dicen que cada vez que el país tiene un problema, es fácil, el Gobierno pasa el sombrero y que lo paguen los ciudadanos o las empresas. La pregunta es y cuándo el Gobierno hará el sacrificio que ética y moralmente debe hacer para lograr una contribución de los ecuatorianos y del mundo”.

El reflejo de aquello está en los cuestionamiento a un proyecto de ley que, luego de una semana de anunciado en cadena nacional, hasta antes de las 11 de la mañana de ayer no ingresaba a la Asamblea Nacional, según confirmó a EXPRESO el legislador del Partido Social Cristiano, Henry Cucalón.

Este bloque legislativo es el que ha manifestado su discrepancia a las contribuciones solidarias a personas naturales y jurídicas, una figura que sus integrantes prefieren calificar como impuestos. “Nadie ha querido tener una oposición irracional. No es dable y peor en esta situación. Este Gobierno se ha caracterizado por los anuncios que han ido en contravía con la urgencia del país desde hace tres años, ahora agravada por este nuevo problema. La forma de dilatar puede causar diferencias de criterios”, comentó Cucalón, quien resalta que hay anuncios que pueden aglutinar el apoyo de las bancadas como los incentivos, el pago de los ciudadanos en servicios, arriendos y otros.

La posibilidad, como existe en cualquier proyecto de ley, de que el paquete de reformas no tenga el apoyo dentro de la Asamblea Nacional ha revivido la figura de la muerte cruzada. El líder indígena y prefecto del Azuay, Yaku Pérez, lo reconoce como una posibilidad, pero cree que ante la presente situación del país no es la mejor opción. “Conviene dejar que el Gobierno termine. No hay que entrar en una inestabilidad política. Suficiente con la inestabilidad económica”.

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Con él coincide Gustavo Larrea, exministro de Gobierno y líder del movimiento Democracia Sí. No cree que la figura tenga cabida ante el panorama actual. “No le conviene al país. Este es un momento que exige el esfuerzo de todos. Las fuerzas y partidos tenemos el deber de actuar con responsabilidad”.

Las cartas están sobre la mesa. La jugada final está en la Asamblea que deberá aprobar, modificar o archivar el paquete. Una aprobación sin modificaciones sería un logro para el Gobierno. Una con modificaciones es como lanzar un dado al aire y esperar el resultado porque dependerá de esos cambios. Mientras que un archivo total pondría en grave apuro al Gobierno y al país.