El consumo de estupefacientes se ha aduenado del Parque Esteros
Al menos 20 adictos a las drogas permanecen y duermen en esa área verde.
La idea de que la ciudadela Los Esteros, situada en el sur de Guayaquil, es un sector elegante y tranquilo, está sepultada. Y sus residentes lo lamentan, pues hace 50 años cuando compraron las casas, no pensaron que les tocaría compartir espacio con consumidores de sustancias estupefacientes.
“Este es un problema que lleva muchos años. Pero últimamente está peor, ya parece que los ‘hacheros’ son los residentes y no nosotros”, manifiesta Jimmy Briones, jubilado y morador. El punto más critico, según indican los vecinos, se concentra en el Parque Esteros, que es el espacio de recreación principal y más grande de la ciudadela.
“Yo iba en las mañana a caminar al parque pero cada vez se acumulaban más drogadictos. Dejé de ir en ese horario y fui en la tarde. Pero fue peor, entre 17:00 y 18:00 hay al menos 20 adictos consumiendo droga. Y ese humo, me hace mal. Ahora ya no uso el parque”, narra Patricio Ordóñez, de 70 años, también abogado jubilado y vecino.
EXPRESO recorrió esa área verde donde dos consumidores se paseaban. En la pérgola había palillos y colillas de cigarros, más botellas de alcohol vacías. En el corredor, donde no había ningún deportistas; y en los rincones del parque había más botellas, tarrinas y otros envases plásticos.
“Esto se ha vuelto su hogar, aquí duermen. Vienen de la perimetral y de otros sectores, han dañado la imagen del sector”, cuenta otro morador quien aprovechando la escasez de adictos en ese instante, sacó a pasear a sus mascotas. Él, quien prefirió no revelar su nombre por miedo a represalias, está pendiente del momento en que los adictos salen del parque para sacar a sus perros.
Jacinto, otro residente, también tiene miedo de dar su apellido y de que alguno de los consumidores se entere de su queja. “No les tengo miedo por mí sino por mis hijos que a veces, por jugar, se van al parque. Les he prohibido que lo hagan sin mi supervisión”. Teme que sus dos niños vean normal el consumo de drogas.
El oficial de la Policía Jhon Delgado, encargado de velar por la paz en ese sector, señaló a este medio que a la semana la Unidad de Policía Comunitaria recibe en promedio cuatro llamadas de los residentes, quejándose de la presencia de los adictos en ese espacio publico y pidiendo la recuperación del mismo. El policía indicó que los retiros y los patrullajes preventivos son constantes.
Sin embargo los moradores dicen que pocas horas después del retiro, los adictos vuelven.