Impresiona y apena la muerte de peatones que han sido atropellados en los últimos días en Guayaquil porque los conductores se pasan la luz roja de los semáforos en cualquier calle de la ciudad (como también en las vías de acceso al puerto principal) sin importarles las consecuencias que podrían producirse a consecuencia de ese irrespeto a las disposiciones de tránsito. Pero, los choferes “profesionales” no solo acostumbran a hacer aquella temeraria acción, sino además a chatear y hablar por celular con la mayor “tranquilidad” mientras manejan automotores y hasta motos, poniendo en serio riesgo incluso sus propias vidas. Justo el pasado fin de semana el conductor de un destartalado bus de la línea 84 (un hombre de avanzada edad) iba al volante distraído conversando con una mujer que estaba sentada en el motor del carro y aparte hablando en un móvil. Lo peor es que se ha vuelto “normal” ver a distintos conductores de buses manejar de esta manera. Sobre los transeúntes vale decir que también a veces demuestran falta de educación vial pues no utilizan los pasos cebra y tampoco los puentes elevados que han sido construidos para que crucen a salvo las avenidas, “colaborando” para que sucedan los lamentables atropellos. Entonces, amerita que haya mayor prudencia por parte de conductores y peatones a fin de evitar desgracias personales.

Lic. Jhonny Muñoz L.