El chat comunitario de los vecinos de la ciudadela Miraflores se activa con un mensaje el sábado 1 de julio por la noche: “Acaban de robarle a dos jóvenes en la calle Quinta y Guayas...”

En segundos y en algún lado del barrio, uno de los policías asignados al lugar responde: “Características del vehículo o del individuo... una unidad va en camino”.

Hay más mensajes de los vecinos que a esa hora se asomaron para ver si el agresor pasaba cerca de sus casas, tal como se los había recomendado uno de los policías con los que hace dos lunes coordinaron acciones en torno a la serie de robos que se estaban cometiendo en la ciudadela.

La descripción no se hizo esperar. Los mensajes llegaban desde diferentes números. Cada quien aclaraba el perfil de los agresores. Hubo quien hasta dio detalles de la placa.

Aquella madrugada no pasó nada. Sin embargo, la noche del lunes 3 de julio, a las 20:40, el chat volvió a sonar. La Policía envió las fotos de un carro con las características del mencionado la noche del sábado y anunció el arresto de dos individuos con un arma de fabricación casera. Los dos vecinos del barrio que sufrieron el robo, junto a otros que reconocían a los individuos de anteriores delitos, se acercaron hasta la Fiscalía en el centro comercial Albán Borja para confirmar la relación de los detenidos.

La noche del lunes, los vecinos de Miraflores agradecieron a los uniformados por la reacción luego del robo, mientras que los uniformados hicieron lo mismo con los miembros del chat comunitario.

La pronta respuesta frente al crimen fue fruto de un esfuerzo coordinado entre el comité barrial de Miraflores y la policía a cargo del sector. Es el primer logro de la organización de los moradores contra la inseguridad en esta ciudadela.

El comité de vecinos se centra por el momento en buscar mejoras barriales entre las que se encuentran la mejora del alumbrado público, seguridad vial y seguridad para los habitantes. Cuentan con el apoyo de la Policía Nacional y de los agentes de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM).

La presidenta del comité de Miraflores, Tatiana Di Mattia, asegura que el consejo barrial promovió un cambio de actitud en los moradores de la ciudadela, por el cual ahora están más dispuestos a apoyarse los unos a los otros: “Nosotros somos 20, 30 o 40 personas que asistimos a las reuniones cada mes. El comité va creciendo, se va aportando más y se van contagiando esas ganas de crecer”. Es un logro que podría replicarse en otras zonas de la ciudad.