Encuentro. Cientos de familias chinas residentes en Guayaquil y Quevedo se dieron cita en el evento de aniversario de fundación de su país de origen.

La colonia china festeja a su pais con una inedita reunion

Por primera vez se produjo un encuentro de cinco colonias de Guayaquil y Quevedo. La alcaldesa Viteri anuncio que planifican formalizar un Barrio Chino en el centro.

El retumbar de los bombos se escuchaba hasta afuera del Centro de Convenciones de Guayaquil, la noche del sábado. Adentro, en el Salón de los Presidentes, los invitados eran recibidos al son de platillos y los tradicionales tambores octogonales representativos de China.

En ese espacio, hasta donde llegaron 1.500 personas, según los organizadores, el idioma oficial fue el mandarín. El estruendo de los instrumentos, que fueron usados en 1949 en ese país para orientar y movilizar a las tropas comunistas en el enfrentamiento contra los nacionalistas, celebraba esa noche la victoria del líder Mao Zedong y, por ende, los 70 años de fundación de la República Popular China.

Con motivo de la fecha, además, por primera vez se reunieron cinco colonias del país asiático, residentes en Ecuador.

Cuatro de ellas habitan en Guayaquil: La Sociedad de la Colonia China en Ecuador; la Asociación de la Colonia China Chak Kai en Ecuador; la Asociación de Zhongshan y la Asociación 10 de Octubre de la Colonia China. Una llegó desde el cantón Quevedo, en la provincia de Los Ríos: La Sociedad de Beneficencia de la Colonia China de Quevedo.

La velada inició con la Danza del León, un baile tradicional para atraer a la buena suerte. Tres grupos, cada uno conformado por diez personas, hacían acrobacias, dándole vida a leones de papel de encendidos colores.

“Hace más de un siglo y medio los paisanos chinos llegaron a Guayaquil y se quedaron. Guayaquil y Ecuador se han convertido en su hogar. Hoy es un día muy especial para la comunidad china, pero también para Guayaquil, por los lazos de amistad que hemos creado”, resaltó en su discurso el embajador de China en Ecuador e invitado especial a la conmemoración, Chen Guoyou.

Pero había más por celebrar. China es la segunda potencia económica más grande del mundo, recordaron las autoridades. Además, esta comunidad, por sus diferentes negocios, brinda plazas de trabajo y otorga ayuda humanitaria y realiza labor social.

Por estas últimas acciones, la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, también invitada al acto, le entregó al embajador un Acuerdo como reconocimiento a esa comunidad. “Ellos, por ejemplo, han ayudado mucho a las personas de escasa movilidad con la entrega de sillas de ruedas”, expresó.

La autoridad porteña anunció que desde el cabildo se está planificando la oficialización de un Barrio Chino en el centro de la ciudad, que será un punto turístico de atractivo nacional.

Hubo varias presentaciones artísticas, como la Danza del Dragón a cargo de grupos de bailarinas profesionales, que con sus trajes qipaos embellecieron el escenario. El coro ‘Gran Chino’ entonó melodías autóctonas, mientras de manera simultánea se proyectaban imágenes sobre la historia, guerra y la época de la pobreza en China; y destacaban la valentía de sus hombres y la bandera del país. En ese momento, la nostalgia se apoderó de los rostros, especialmente de los asistentes de más edad.

Pero luego vino el brindis, la cena, los selfies y los vibrantes ánimos volvieron. Los promotores del encuentro, quienes aprovecharon el aniversario para unir a la comunidad, no tienen aún en mente replicar el encuentro.