El Codigo de la Democracia
Lastimosamente lo que tenemos como regulación de la actividad democrática de elecciones es un verdadero mamotreto creado por corruptos. Si queremos que nuestro país entre a la categoría de democracia, debe ser reformado a profundidad. Lo primero es deshacernos de ese falso concepto de “democracia”, según el cual cualquier ignorante puede ser candidato a cualquier dignidad. Las dignidades electorales deben ser llenadas por personas capacitadas para la función a que van a ser elegidos, y mostrar conocimientos suficientes sobre las actividades que van a desarrollar. No se han preocupado más que de poner como requisito la edad, ni siquiera incluir una educación mínima. Desterremos para siempre la mediocridad de la función pública, no dejemos en sus manos el presente y el futuro del país. El mamotreto que rige actualmente el sistema de elecciones es el causante de que movimientos obtengan mayorías tramposas con un método de repartición de escaños inapropiado, valiéndose del poder para extorsionar a los contratistas que financien sus campañas ilegalmente. Los mediocres carecen de dignidad, están para tapar o justificar la corrupción de sus mentores. Vemos como asambleístas abogados que creen que la habilidad está en trastocar la realidad para justificar lo injustificable. ¿Queremos progresar? Hagamos del Código de la Democracia la herramienta ideal para elegir a los mejores, con conocimientos adecuados y suficientes.
Ing. Jósé M. Jalil Haas