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La cloaca

No puedo evitarlo: siento que vivo en una inmensa cloaca, no en un país. ¿No siente usted lo mismo, amable lector? Y no me refiero únicamente al atraco de la “repotenciación” de la refinería. Un legislador le dice alcahuete al Fiscal por haber dejado salir a Capaya. “Ad portas” de las elecciones, un exasesor de “el candidato” es acusado de cobrar coimas por la venta de frecuencias. Otro de los “heavy weight” aparece cobrando comisiones en los contratos de publicidad del régimen.

Algo dentro de mí se rebela y pienso: no solo es cuestión de dar empleo. Lo que gano por ese empleo, no debe ir vía impuestos a los bolsillos de un pillo que se va de viaje con la moza a Colombia. Esto apesta. No podemos iniciar el próximo gobierno con la Constitución y las autoridades correístas.

Por mi experiencia sé que hay cómo botarlos a todos el primer día. En 1999, mi informe de la Dirección Jurídica del Congreso impidió la posesión de los diputados nacionales: el sistema había cambiado y fueron suprimidos. Era imposible posesionarlos. Por eso sé que convocando una Constituyente, el primer día de gobierno, el fiscal se va a la casa, tan solo haciendo las reglas electorales que acompañan a la convocatoria. Y también la Corte y el contralor (sí, aunque no lo crean, tenemos contralor).

Pero no solo es eso: queremos un sistema en el que el presidente jure respetar la Constitución. La actual solo lo obliga a “prestar juramento” (¡juro que nunca más chupo!). También queremos que todos los sapos sean obligados a permanecer en el país, tal como era en las Constituciones de antes. Y un sistema bicameral en el que la cámara baja de verdad fiscalice, acusando a los pillos ante el Senado, no como ahora en que todo el mundo se lava las manos. Y mil cosas más.

En semejante caos aparece un jovencito a cuya edad yo andaba de juerga con mis amigos, diciendo que para arreglar el país “no se necesita un cambio constitucional”. Para él, parar la olla es suficiente. Ojalá gane las elecciones para que termine de llevarnos a la m... Total, el tufo ya lo tenemos en la nariz.

Y vienen por más. ¿Sacha?

Twitter:@DrRobertoLopez2