No se trata de cambiar de trabajo, sino de hábitos. José Pedro Barberán, decano de la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), asegura que lo que realmente puede afectar es laborar en algo que no nos llene o no nos guste. “Va a estar frustrado, desarrollando problemas de tensión, que puede llevarnos a enfermedades cardiovasculares”, explica.

El resto puede manejarse. Se trata, por ejemplo, de no pasar todo el tiempo sentado o parado. Debe cambiar de posturas. Y si está sentado, al menos, mover las piernas.

Este médico cirujano, máster en Docencia Superior y en Servicios de Atención Médica de Salud, habla de aspectos tan sencillos como no usar el ascensor para pocos pisos, sino de subir las escaleras. Y si tiene vehículo y en su trabajo hay parqueo, trate de dejarlo lo más lejos posible para caminar un poco más.

El agua es clave. Debe tomar entre litro y medio y dos litros. Además de que lo ayuda a la hidratación, pararse a llenar su vaso lo hará cambiar de posición.

La alimentación también es importante. El ecuatoriano, acostumbrado a incluir mucho carbohidrato en su comida, además de grasas, va a sentir los estragos luego de comer. “Es lo que llaman modorra”, dice este cirujano digestivo. Entonces la productividad no será la misma.

Además, a la hora de comer debe hacerlo despacio. No está bien que coma en su escritorio mientras trabaja. Debe haber una desconexión, porque así se liberará de situaciones de estrés.

Hay otros aspectos tanto o más importantes, como el tipo de mobiliario, recuerda este profesional. Si, por ejemplo, usa una silla muy alta para su talla, comenzará a pasarle factura a su columna y eso no va a depender del empleo que tenga. Por eso, hay que adaptar una postura adecuada.

¿Y qué opina de las pausas activas que han implementado algunas empresas? Le parece bien, pero José Pedro Barberán considera que no debe ser una norma. Para él lo más importante es que se conviertan en un modelo de vida de los trabajadores. No concuerda con el estudio en algunos aspectos. Como médico, dice que sus colegas no son los que mejor se alimentan. Al contrario, a veces no tienen tiempo ni para almorzar.