Inspección. Los vehículos de la firma Chevrolet encabezan la lista de las unidades matriculadas en Guayaquil, según el informe de la ATM.

La ciudad diversifica sus preferencias en vehiculos

La tendencia pasó de las camionetas a los autos y SUV; y del potente motor a la tecnología. También incide el precio. Hay 89 marcas registradas en Guayaquil.

Primero fueron marcas históricas como la norteamericana Ford. En algún momento aparecieron las japonesas Datsun (Nissan) e Isuzu. Eran los tiempos en que primaban en la preferencia de los guayaquileños por la durabilidad de la carrocería o la potencia del motor; hasta llegar a estos tiempos, cuando prevalecen la economía y la tecnología.

“En las décadas 70 y 80 había poco movimiento vehicular y eran contadas las marcas, como Mazda y Datsun, ubicándose las grotescas camionetas entre las preferidas de los guayaquileños”, recuerda Marco Ruiz, un oficial retirado de la entonces Comisión de Tránsito del Guayas (CTG).

El mecánico Galo Freire, con más de 15 años en el oficio, resalta de los carros antiguos el material de la carrocería. “Era lata pura, difícil que se hundiera con un golpe”.

En la ciudad ahora circulan alrededor de 380.000 vehículos, de un total de 89 marcas. De esa cifra, 10 lideran la preferencia de los guayaquileños. Así lo evidencia el ‘top’ de la matriculación técnica vehicular a cargo de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM). (Ver gráfico)

El director de Transporte Público de la ATM, Fernando Amador, cree que la popularidad de algunas marcas obedece a la variedad de los modelos, precios y buena publicidad.

A medida que crece el parque automotriz en Guayaquil aumenta también la diversidad de marcas, especialmente de Europa y Asia, que van ganando espacio en los últimos años.

Gregorio Cárcamo labora para una concesionaria de Renault, firma francesa que instaló su ensambladora en Colombia para ganar espacio en Sudamérica. Él afirma que la mayoría de sus clientes se fija primero en el precio, luego las características visuales y finalmente las seguridades del automotor.

Desde Asia, en tanto, las firmas chinas también van ganando espacio en las calles de Guayaquil. Un ejemplo es la automotriz BYD, que en 2014 ingresó al mercado nacional con carros a combustible (sencillos y a bajo costo) y para el próximo año apunta a unidades de segunda generación, es decir, híbridos eléctricos enchufables. Con ello irá la instalación de electrolineras (carga eléctrica para automotores).

“La moderna tecnología permitirá al conductor recurrir al modo híbrido cuando no haya carga eléctrica. Es un ejemplo de que atrás va quedando esa percepción de que todo lo chino es malo”, expresa el gerente nacional de BYD-Ecuador, Jorge Burbano.

El presidente de la Asociación Ecuatoriana Automotriz (AEA), Jaime Cucalón, opina que los carros modernos tienen más tecnología y que la gente busca eso. “Quiere conexión de teléfono, sensores de parqueo, alarma, y además, los vehículos nuevos dan más confianza de seguridad”, añade.

Cucalón señala que el cliente primero analiza el precio y compara lo que está viendo con otras marcas. Luego el costo del mantenimiento y la disponibilidad de los repuestos.

En vehículos de alta gama, Cucalón, quien dirige una concesionaria de carros BMW, sostiene que el cliente quiere un vehículo con tecnología avanzada, diseños modernos, acabados de excelente calidad y motor de buenas prestaciones.

Incluye un punto que lo considera fundamental: “La seguridad que ofrecen es casi insuperable, los frenos, dirección, airbags, estabilidad son las principales características”.

Ese aspecto lo resalta el presidente de la cooperativa Poder Amarillo del Taxismo, Buster Maldonado. Él considera que los vehículos identificados con ‘precios populares’ no deben limitarse a los componentes (carrocería y motor), sino pensar en la moderna tecnología.

“Hay vehículos nuevos de bajo costo cuya tecnología data de hace una década. Debe haber una política que lo obligue a ofrecer un sistema actualizado por más económicos que sean los automotores”, enfatiza.