Ciudad del Saber

Los panameños hacen bien las cosas. La ubicación geográfica los ayuda, pero tienen voluntad de cambiar y mejorar; rechazan ese sentido equivocado de soberanía que tanto mal ha hecho a nuestra región. No se opusieron a que un estadounidense construyera el ferrocarril en la segunda mitad del siglo XIX, ni que franceses y estadounidenses edificaran el canal; no objetaron la ayuda de Estados Unidos en su independencia, ni al dólar como moneda propia. Se propusieron crear el principal centro financiero regional, hoy operan más de 140 bancos extranjeros. Fueron de cierta manera pioneros en maquila. En los setenta había pequeñas fábricas de ropa con marca extranjera. En los noventa, gran cantidad de jubilados estadounidenses comenzaron a residir en ese país, creándose urbanizaciones especiales para ellos. En el siglo XXI la tasa panameña de crecimiento económico ha sido muy superior a la ecuatoriana y sin tener petróleo, 6,5 % versus 4,3 %. El sector de la construcción ha cambiado el perfil de la ciudad; parece Manhattan por la cantidad de rascacielos que tiene. Hay ciudadelas que son iguales o superiores a las nuevas urbanizaciones vía a Samborondón.

Panamá tiene su Yachay, se llama Ciudad del Saber. En 120 hectáreas albergan una comunidad internacional vanguardista “...en la que la colaboración empresarial, académica, científica y humanística tiene como horizonte un desarrollo más humano y sostenible, basado en el conocimiento”. Pertenece a una fundación, no al Estado. Los panameños están conscientes de que el Estado es mal administrador. En su sitio web se lee: “La Fundación Ciudad del Saber es una organización privada sin ánimo de lucro, siendo el proyecto que esta administra una experiencia libre e independiente, lo que garantiza la sostenibilidad de los resultados alcanzados”.

Los panameños tuvieron la clara visión de usar lo que había sido la base militar estadounidense para crear la Ciudad del Saber. No se les ocurrió usarla para crear nuevos ministerios o ampliar los existentes con burócratas. En próxima edición trataré sobre la inversión y logros alcanzados.

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