Cirugia mayor

Es tiempo de proceder lo antes posible con una cirugía mayor, para extirpar de raíz la corrupción que hizo metástasis y se tomó diferentes estamentos del gobierno anterior. Debe darse la señal clara y contundente de que se aplicará en el actual gobierno una política de cero tolerancia contra ella. Han sido evidentes las descomunales irregularidades que ocurrieron en la década pasada. Los niveles de contaminación llegaron al tuétano de los más altos rangos de poder. Se han revelado nombres y entre esos, algunos que pensamos que jamás caerían, debido a lo agazapados que estaban bajo las alas cómplices del poder.

Corren rumores de todo tipo alrededor del más sonado caso de corrupción internacional, el caso Odebrecht. Esta es una trama de corrupción de alcances novelescos, reproducida en varios países de Latinoamérica, donde lanzaron sus redes y se encarnaron en lo más profundo de los aparatos estatales, para con el poder del dinero controlar y virar todo a su favor.

Ahora les toca a las autoridades actuales ir sin descanso, ni miramientos, contra cuanto responsable haya en este caso, sin importar el cargo que ocupó u ocupe.

Era evidente que no hubo ninguna medida preventiva ni de control por parte de las autoridades fiscalizadoras de nuestro país; se hacía y deshacía a gusto, sin ningún tipo de restricción ni control. Por esto es importante la independencia de poderes, donde cada uno cumpla su rol y establezca orden dentro de la anarquía que nos han dejado.

Es imprescindible que un nuevo país renazca de esa etapa tan larga y oscura, que pasará a la historia como la más grande dilapidadora de las arcas nacionales. Las nuevas autoridades tendrán que actuar con mano de hierro y sin titubear, sin defender lo indefendible, para que vayan a parar con sus huesos a la cárcel las decenas de corruptos que revoloteaban como aves de rapiña alrededor del presupuesto del Estado, para rasguñar un buen pedazo hacia sus bolsillos. Inicien un proceso de saneamiento integral, que genere la confianza necesaria en las autoridades que regirán el rumbo del Ecuador por los próximos 4 años.