Infraestructura. Costó casi 40 millones de dólares y está subutilizada.

Cinco meses en acefalia

11 millones de dólares es el presupuesto anual para los gastos de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).

Es una voz que no se escucha. La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) ha perdido el protagonismo que sus fundadores intentaron darle. Ahora, después de casi 100 fallecidos en más de 90 días de protesta en Venezuela, la entidad no ha emitido ni un comunicado.

Países como Argentina y Perú, que forman parte del colectivo, evidenciaron su preocupación. Y han ofrecido apoyo. Nada como organización multilateral.

El silencio de Unasur no se siente solo en comunicados públicos, sino en sus oficinas. Ese organismo está en ‘acefalía’ tras la salida de Ernesto Samper, el cuarto secretario general de la organización. Después de él, no hay vocería política.

Samper presentó su rendición de cuentas y se despidió del cargo el 31 de enero. Han pasado cinco meses y a la vista no hay un reemplazo que obtenga el consenso de los 12 miembros.

Con la salida de Samper, las actividades en Quito disminuyeron. EXPRESO recorrió la edificación que costó casi 40 millones de dólares y se localiza en la Mitad del Mundo, noroccidente de la capital.

¿Qué hay en la edificación? Algunos días, algo de ruido, como el de decenas de niños que ocuparon dos salones por su acto de fin de año escolar. Eran las graduaciones de dos jardines de infantes de Pusuquí.

Estefany Tamayo, encargada de coordinar esa actividad, explica que los salones se prestan para esos y otros eventos. En julio habrá al menos uno por semana.

Contrasta con ese bullicio de los subsuelos, el silencio que se evidencia en los tres pisos donde funcionan dependencias como la Secretaría General. Luces apagadas, modulares, escritorios y sillas vacías, casi nadie en los pasillos de las oficinas, era el panorama a las 10:00 del viernes 30 de junio.

El edificio tiene capacidad para 55 funcionarios. Con la salida de Samper quedaron 39 personas y hay 16 vacantes que se llenarán cuando se designe la nueva autoridad. Eso ha implicado un ahorro de 100.000 dólares al mes.

El vacío en los puestos de trabajo se explica, según los integrantes del lugar, porque los funcionarios viajan mucho. Claro que, desde hace cinco meses dichos viajes se han limitado. Por la ausencia de viáticos hay un ahorro de casi un millón de dólares.

En agua, luz y otros servicios se gastan 100.000 dólares al mes, casi 200.000 dólares para sueldos. Cuando Venezuela tenía la presidencia pro tempore había una serie de reuniones en la sede, pero ahora que ese encargo está en Argentina, nada.

Unasur fue un anhelo del fallecido expresidente de Venezuela Hugo Chávez. Su tratado constitutivo se firmó en Brasilia, el 23 de mayo de 2008.

Expertos afirman que Unasur no funciona

La Unasur no funciona, a criterio de expertos consultados por EXPRESO. Una muestra, afirma Mauricio Gándara, es que en ese ente no se ponen de acuerdo para designar un nuevo secretario porque hay un tema de conflicto: Venezuela.

El internacionalista Juan Carlos Faidutti coincide con Gándara e insiste en que desde el anuncio de su conformación se evidenció que “nunca iba a dar resultados porque ha habido un subcontinente totalmente desunido”.

Faidutti cree que Unasur morirá por consunción (deterioro y extinción) porque no tiene fuerza. Destaca que se ha hecho una inversión grande en un edificio que al momento está casi vacío y sin utilidad. “En el edificio los 30 o 40 empleados no tienen nada que hacer y se pasan tirándose papelitos”, señala.

Faidutti añade que en esa obra se ha perdido una cantidad millonaria para construir el edificio en donde se efectúan reuniones sin importancia.