El cerdo nació el pasado viernes en Santa Ana, en Machala. Se cree que sus deformidades se deben al consumo de químicos. (Jhonny Crespo / Expreso)

Cerdo nacio con dos cabezas y tres ojos en Machala

Tenía dos cabezas, dos hocicos y tres ojos. Un cerdo, que nació el viernes pasado, causó temor entre los pobladores de la isla Santa Ana, en el norte de Machala.

Tenía dos cabezas, dos hocicos y tres ojos. Así era un cerdo que nació el viernes pasado y que causó temor entre los pobladores de la isla Santa Ana, en el norte de Machala, provincia de El Oro.

El animal fue uno de los siete críos que parió una cerda; dos de ellos nacieron muertos. Según su cuidadora, Esthela Narváez, no es la primera vez que nace un marrano con deformaciones en esa zona.

“Hace siete años un puerquito nació con cabeza de elefante. La verdad es que en esa época me asusté: nunca vi algo así”, contó la mujer de 65 años.

Narváez cree que la deformación se debe al consumo de guineo de estos animales, que según explica pueden estar contaminados con algún químico para matar las plagas de las plantaciones de banano, que están en medio de la población.

“No hay otra explicación. Por aquí, incluso, pasan las avionetas regando ese químico que, en muchas ocasiones, cae sobre nuestras casas”, indicó.

Tras escuchar los gritos del chancho que no podía alimentarse por alguno de sus hocicos —los tenía cerrados por la falla genética— los curiosos llegaran al sitio. Ellos pedían a los dueños que no lo dejaran sufrir más. Incluso, unos sugirieron llevarlo a un camal para que su muerte sea más humana.

“Esto es una señal de que estamos cerca del fin del mundo. Imagínese que un puerco nazca con dos cabezas. La verdad es que estoy asombrada. Además, nosotros no cuidamos de la naturaleza y por eso están pasando este tipo de cosas”, manifestó Graciela Jiménez, de 36 años, habitante de la zona.

El doctor Mauro Nirchio, médico genético de la Universidad Técnica de Machala, expuso que este tipo de malformaciones genéticas se pueden derivar de ciertos aspectos; entre esos, de consumir alimentos y agua contaminados con algún tipo de pesticidas u otros componentes químicos.

El experto recomienda que en caso de que el marrano no puede alimentarse por sí mismo, se lo debería anestesiar para luego inyectarle una dosis letal que le produzca un infarto.