Del centenario al bicentenario

El 16 de octubre de 1915 mediante Decreto Legislativo, se declaraba al 9 de Octubre de 1820, fiesta nacional y se decidía la conmemoración de su primer centenario orientando la obra pública de Guayaquil hacia el saneamiento y su embellecimiento y ornato. Un año más tarde, el Concejo Cantonal de Guayaquil ratificaba lo decidido el año anterior y creaba la Junta Patriótica para la celebración del Centenario del Nueve de Octubre, la que encargó a los ingenieros Luis Alberto Carbo Noboa y Francisco Manrique Pacanins, el desarrollo de un ambicioso proyecto de reforma urbana.

Esta propuesta pretendía modificar la imagen de la ciudad y comprendía, entre otras ideas de mejoramiento sanitario y estético, convertir la calle 9 de Octubre en una amplia avenida flanqueada por árboles, la construcción del Parque del Centenario, de 9 hectáreas de extensión y con una columna recordatoria de los próceres de la Independencia; la creación de un barrio obrero hacia el suroeste, con una gran plaza central de seis manzanas de extensión, a la que se denominaría Plaza del Trabajo, y la construcción de un gran parque municipal, el cual abarcaría un área de 84 manzanas y en el que se había proyectado una laguna artificial y un gran arco de triunfo rematado por un conjunto de atlantes que soportaban un gran globo terráqueo. Lamentablemente, la implementación de esta propuesta fue parcial ante la limitación de los recursos que llegaban del gobierno central y, sobre todo, ante la oposición de los habitantes de la ciudad por el temor que suscitaban las expropiaciones que hubiese sido necesario hacer.

Cien años más tarde, Guayaquil se ha convertido en una urbe de casi tres millones de habitantes, donde crece la riqueza, pero también la desigualdad y donde aún es una tarea pendiente el derecho a una ciudad con equidad, participativa e incluyente.

Apenas a cuatro años de celebrar este segundo centenario de independencia, todavía es tiempo de convocar a los habitantes para definir un nuevo modelo de desarrollo urbano y de ir construyendo desde ahora un futuro donde estas visiones se materialicen.

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