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El presidente de la República, Guillermo Lasso, el día de las elecciones mostrando su papelera del referéndum..ARCHIVO

La ‘ceguera política’ condenó el resultado del referéndum

Cuatro factores incidieron en el proceso, según analistas. La falta de manejo político tuvo consecuencias. Los señalamientos al Gobierno fueron claves

Un proceso con problemas centrales. Los resultados adversos del referéndum propuesto por el Ejecutivo, que según el Consejo Nacional Electoral fue rechazado por el 56% de los ecuatorianos en promedio, sorprendió a parte de la esfera política y de opinión pública que, en líneas generales, calificó de “imperdibles” las ocho preguntas planteadas por el Gobierno.

Sin embargo, otra parte de ese segmento señaló los problemas que el referéndum enfrentaba desde un inicio y que fueron haciéndose más complejos con el transcurso del tiempo. Estos cinco puntos de conflicto, según indican analistas consultados por EXPRESO, van desde la falta de previsión política hasta el mal manejo de la comunicación que polarizó al electorado.

  • Previsión política
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“Era una locura que el Gobierno lleve a la discusión local un tema o temas de orden nacional”, señala Oswaldo Moreno, consultor político, quien además recuerda que el presidente de la República, Guillermo Lasso, decidió impulsar el referéndum cuando tenía alrededor de un 80% de rechazo a su gestión y de falta de credibilidad de su palabra. “Esto sometió al mandatario al escrutinio público que, en un proceso plebiscitario, se convierte en una legitimación o no de su administración”, sostiene.

Un escenario al que se sumó, según indica Lourdes Luque, analista política, a las “falsas aspiraciones” que el Gobierno tuvo a raíz de mediciones. “Estas proyecciones equivocadas o no oportunas dieron una falsa sensación de seguridad y tranquilidad al Gobierno”, señala, e indica que esto conllevó a que el Ejecutivo actúe con ingenuidad y omita cosas, por ejemplo, realizar un control electoral del proceso del referéndum.

  • Escueta promoción

Esta “falsa sensación de seguridad y tranquilidad” señalada por Luque se reflejó en la poca o nula promoción que tuvo el sí en comparación de la avasalladora publicidad que obtuvo el no. Además, recuerda que fueron más las organizaciones que se inscribieron para promocionar el rechazo del referéndum. Según la autoridad electoral, solo ocho organizaciones sociales o políticas se inscribieron, de las cuales solo dos (CREO y Avanza) era para promocionar el sí.

Por su parte, Moreno señala que el Gobierno se encargó de centralizar una vocería en Karen Sichel, subsecretaria de Asuntos Regulatorios y cara más visible de la promoción del sí en el referéndum, pero que no terminó siendo efectiva ante el electorado. “Sus argumentos no fueron acogidos por la mayoría de electores, pese haber contado con el respaldo de la gran mayoría de medios de comunicación privados y no funcionó la fórmula de esta vocería”. Este Diario se contactó con Sichel, pero indicó que “no es mi rol pronunciarme sobre asuntos electorales o políticos” y que su vocería se limitó a la explicación jurídica de las preguntas del referéndum.

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  • Polarización

La débil promoción del referéndum, según continúa Moreno, tuvo, además, como característica principal la polarización del electorado entre presuntos demócratas que apoyaban el sí y presuntos narcotraficantes que apostaban por el no. Este discurso polarizante, según explica, hizo que “el pueblo se manifieste abiertamente en contra del Gobierno y respondiendo a una agresión directa”, siendo uno de los más graves errores de comunicación.

Por su parte, Luque considera que más que los desatinos del Gobierno en la comunicación, el no tuvo una estrategia exitosa que se valió del descontento ciudadano que, a pesar que reconoce al narcotráfico y al crimen organizado como uno de los principales problemas del país, se decantó por rechazar el referéndum como una forma de castigo al Gobierno.

  • El contexto

Uno de los factores que, según Luque, más incidió en la percepción de los ciudadanos en las elecciones seccionales del 5 de febrero de 2023. “A nadie (de la ciudadanía) le interesa que, mientras les pides que voten por el sí, haya corrupción campante (en el Gobierno)”, señala Luque y hace hincapié en que este fue uno de los elementos que más incidió en la votación.

Pese a ello, Luque destaca que un “buen manejo político” pudo haber controlado la situación para que afecte en la menor manera posible la votación del referéndum. Esto, sumado a un persistente trabajo de campo y un correcto control electoral del proceso. Sin embargo, la falta de estas previsiones “llevaron (el referéndum al fracaso)”.