Cayetano, la joya del tenis tricolor

Cayetano, la joya del tenis tricolor

Cuando se ingresa al domicilio de Cayetano March Baquerizo es inevitable percibir el amor que su familia tiene por el deporte blanco. Una cancha de tenis y un salón donde conserva valiosos recuerdos, como un zapato de Pete Sampras, el buzo que usó Andrés Gómez en 1990 -cuando se coronó campeón de Roland Garros-, dos gorras autografiadas por Roger Federer y Rafael Nadal, además de raquetas entregadas personalmente por Francisco Segura, Andrés Gómez, Nicolás Lapentti y Luis Adrián Morejón se confunden con las docenas de trofeos que el joven guayaquileño ha cosechado en su carrera.

Con apenas 15 años despunta como uno de los mejores tenistas del país. Ganó su primer título nacional en Quito, en el 2010, y desde entonces los triunfos no dejaron de llegar, pese a otorgar un handicap al jugar con rivales que lo superaban en edad.

Emelecista de corazón, en su niñez probó suerte en el mundo del fútbol -como volante de corte- pero finalmente el tenis terminó seduciéndolo.

Su ídolo es el suizo Roger Federer. “Es un jugador completo y tiene un excelente golpe de revés. Intento seguir sus pasos”, dice Cayetano.

En las últimas temporadas su talento le permitió traspasar fronteras, ganando la mayoría de los certámenes que disputó en el continente. El último fue el Cosat G1 Cóndor de Plata de Bolivia, en singles y dobles.

Su padre, Alberto, lamenta que no haya mundial de 12 años, porque al haber ocupado el tercer lugar del podio en el Sudamericano Perú 2012, Cayetano pudo haber clasificado a la cita ecuménica.

Su máximo desafío en esta temporada será el Sudamericano de Naciones. Junto con Víctor Núñez buscará que Ecuador clasifique al Mundial.