Las Vegas se enciende con carteles para las víctimas y los socorristas después de una serie de disparos en el Festival de Música Country de la Ruta 91 en Las Vegas, Nevada.

Los casinos en Las Vegas no paran a pesar de la masacre

Gritos de alegría reciben el anuncio del barman al caer la tarde: comienza el “Happy Hour” en el hotel-casino Mandalay Bay en Las Vegas.

Gritos de alegría reciben el anuncio del barman al caer la tarde: comienza el “Happy Hour” en el hotel-casino Mandalay Bay en Las Vegas.

Han pasado poco más de 12 horas desde que un tirador masacró 58 personas desde su habitación en el piso 32 en ese mismo edificio. Y el hotel trataba el lunes de forzar -a un punto casi incómodo- un ambiente de normalidad.

De cualquier forma, los apostadores en el Mandalay -escenario del peor tiroteo en la historia moderna de Estados Unidos- no pretenden parar de jugar por estos hechos de violencia.

Bill Cook es de Nueva York y viajó a Las Vegas para una conferencia algunas horas antes de que Stephen Paddock abriera fuego contra la multitud que asistía a un festival de música country al frente del edificio.

“Estoy tratando de no pensar en lo que pasó, me siento horrible por la gente involucrada y mis oraciones y pensamientos están con ellos y sus familias”, dijo a la AFP este ingeniero de 48 años en el casino.

“Pero tengo que seguir adelante, si paro tendré miedo por siempre”, añadió.

La habitación de Cook estaba en la fachada opuesta al lugar desde donde disparó Stephen Paddock, pero dijo que se enteró de lo ocurrido por un mensaje enviado a su celular por los organizadores del evento al que acudió.

Contó que oficiales de la tropa de élite SWAT pasaron por su habitación a eso de las 3H00 (10H00 GMT) para chequear que todo estuviera bien y que no hubiera resultado herido.

“Es casi surrealista, honestamente. Estoy seguro que volveré a Las Vegas en algún momento. Creo que hicieron un buen trabajo para mantener la situación bajo control. Da miedo pero hay tantas cosas pasando en el mundo, que si dejas que esto te afecte, tendrás que siempre estar escondido en una esquina”, dijo el padre de dos.

Aunque no tiene intenciones de recortar su estadía, Cook dijo que un amigo de Nueva York se vio más afectado por el incidente y volvió a casa.

“Estaba dos pisos arriba del tirador y oyó todo, vio todo”, contó.