Cartas de lectores

“Que llueve, que no llueve”

Como si El Niño nos anunciara que está a poco de llegar a nuestras costas, en Guayaquil está lloviendo fuerte pero por sectores y también en Durán, Daule y Samborondón. Sin embargo, el Inamhi ha señalado que estas precipitaciones son propias de la estación invernal y que en los próximos días, incluso, se presentarán lluvias fuertes.

Tocará entonces llevar nuestros paraguas a riesgo de que no llueva nada porque de vaticinios ya estamos curados los porteños. Que llueve, que no llueve.

De lo que sí hay que tener cuidado es del dengue, la chikunguña y la reciente zica que son un verdadero dolor de cabeza para quien los porte.

José A. García

Vecinos de Daule piden mejores condiciones

Quiero hacer una crítica constructiva con el único fin de que se mejoren las condiciones de atención a los usuarios en el espacio abierto que el Municipio de Daule ha destinado, en la urbanización Sambo City, para el pago de los arbitrios. Si bien se han colocado un toldo y sillas para comodidad de los pagantes, esto no es suficiente pues el intenso calor que se registra últimamente en la ciudad hace imposible una estancia cómoda en dicho lugar. La gente se desespera y busca agua en un lugar donde no hay facilidades para el comercio. Esto lo pude percibir hoy (ayer) cuando acompañé a una familiar a realizar el pago de los arbitrios.

Betsy Urbano de B.

Daño continuo de semáforos

Desde el fin de semana pasada, el semáforo de la estación metro-Bellavista permanece dañado hasta no sabemos cuándo. En una vía transitada y donde existen muchas empresas, resulta un atentado este tipo de fallas y más aún si este se prolonga por tanto tiempo, ya que como es lógico provoca el caos y a la vez el peligro de los transeúntes al tener que casi ‘sobrelanzarse’ a la vía para poder cruzarla. Además, en este punto los agentes son muy escasos en horas de la mañana cuando deberían asignarse a más efectivos para el control de la circulación de algunos vehículos cuyos conductores les importa poco o nada la seguridad del peatón.

Ana Buendía

Ejercitarse en la arena

Caminar por la arena es un ejercicio muy sano que hace trabajar los músculos, tonificando las piernas, huesos, articulaciones y musculatura, para evitar futuras lesiones ayuda al sistema vascular. Favorece y tiene un efecto sedante que libera el estrés. La arena de playa es un excelente exfoliante natural, las virtudes del agua y el mar contiene minerales como yodo o el sodio que previene el envejecimiento. La arena es una de las mejores superfícies donde se puede realizar actividad física al aire libre.

En la meditacion encontramos paz interior, oliendo el aroma del mar y el contacto con la naturaleza, es una terapia del dolor humano, físico y dolor existencial.

Javier Valarezo Serrano

Docentes impagos

El presidente de la República debe conocer la situación por la que atravesamos unos 25 docentes que estamos impartiendo los cursos de nivelación en la Universidad Agraria del Ecuador, en Guayaquil, para el ingreso a la universidad, en el proceso que cumple la Senescyt, y que no hemos recibido el pago por nuestros servicios.

Resulta que no habíamos firmado contrato a pesar de que empezamos a trabajar algunos desde los primeros días de octubre. Recién firmamos nuestros contratos de trabajo a partir del 4 de enero de 2016. Apelo a la comprensión del presidente y disponga el pago de nuestros emolumentos para poder normalizar nuestra situación personal.

Benjamín Borbor Córdova

“Se distrae la atención de la gente para impedir que reflexione”

Nuestra mente construye un modelo mental que nos permite leer, oír y comprender lo que vivimos o vemos para relacionarlos con el universo de modelos que existen sobre el tema y llevarlos a la práctica. Esto se conoce como aprendizaje pero si a día seguido se emiten conceptos, aseveraciones, insultos, miedos o temores que producen desconcentración de los temas importantes, verídicos y concretos con el afán de confrontar o provocar confusión, duda o recelo en la población bastante golpeada por una etapa de crisis, inseguridad social, política o económica impidiendo que pueda reaccionar ante las adversas circunstancias.

Heidegger en la década de los 50 advirtió acerca de la amenazante marea de la revolución tecnológica, que podía cautivar, hechizar, engañar y deslumbrar al hombre al punto de que el cálculo o los dogmas sean las únicas formas de razonamiento y donde la pérdida de la meditación, característica de la reflexión, evitaría el conocimiento de la esencia de nuestra humanidad. Los nuevos políticos que dicen ser democráticos distraen la atención de la gente para impedir la reflexión de las masas y la capacidad de mantener la atención en temas de trascendencia nacional, cuanto más distraída está la gente más superficiales y triviales son sus decisiones.

Rodrigo Contero Peñafiel

Las ‘grandes conquistas’ laborales de antaño en el sector público

¿Quién es el patrón o el empleador en las instituciones públicas? El representante legal que determine la ley, pero para el caso de contrataciones colectivas era un representante de este el que intervenía. Es por ello que en el pasado existió tanta inequidad en los beneficios, privilegios y remuneraciones entre la mayoría de la clase obrera y quienes laboraban en el Estado. En estas últimas conseguían a través de “conquistas laborales”, grandes beneficios: sobresueldos, complejos deportivos lujosos, seguros internacionales, subsidios, botones de oro y platino, viajes al exterior, jubilaciones paralelas, etc. , por citar algunas, beneficios que eran usufructuados por quienes hacían de patrono.

Es decir no estamos hablando de la lucha de clases entre explotadores y explotados; sino de grupos organizados que lograban abusivamente tanto privilegio, a través de seudoconquistas.

Esto sucedía mientras la gran mayoría de la clase obrera luchaba por alcanzar salarios que le permitan por lo menos alcanzar a cubrir la canasta básica, mientras los que laboraban en el sector público, no todos lógicamente, eran beneficiarios de grandes “conquistas” que eran cubiertas con el dinero de todos los ecuatorianos.

Si bien es cierto todos tenemos el derecho a la organización, a la sindicalización, contemplados en la Constitución, ojalá no volvamos a vivir esta inequidad del pasado.

Galo Molina Moncayo