Carreteras y politica

La visión moderna de las sociedades en el aspecto económico, para lograr éxitos en estos campos y responder de mejor manera a los desafíos de los nuevos tiempos globalizados, ha puesto en el tapete del desarrollo la construcción de carreteras como una necesidad imprescindible e ineludible.

Siempre las carreteras han sido (y a lo mejor seguirán siendo por mucho tiempo) las vías y rutas, extensas y dinámicas de asfalto y cemento que permiten no solo vincular campo y ciudad, sino también generar turismo. Por eso nadie discute sobre el rol e importancia de su construcción, como obra pública (estatal, de los consejos provinciales y municipios) para generar crecimiento y lograr cambios en su desarrollo.

Sin embargo este tipo de obras, que no está en discusión, tiene un telón de fondo, que debe motivar reflexiones. Es el que se refiere al vínculo entre la construcción de caminos vecinales, carreteras, autopistas y la política. Esto significa que no sea este aspecto el que defina las necesidades y prioridades de la obra pública sino a la inversa.

Es válido considerar las reflexiones de un exministro de Obras Públicas sobre esto, pues como técnico dice que en las carreteras construidas se ha priorizado el “rédito político” antes que las necesidades socioeconómicas, agrícolas, seguridad y garantía de su construcción.

Dice que los deslaves en las vías “se producen en todas las carreteras que pasan por suelos inestables. El agua penetra el suelo e incrementa el peso... rompe el equilibrio molecular y produce la falla”. Y puntualiza que “el tipo de pavimento en las vías no garantiza la estabilidad de los taludes o de las estructuras de la vía”. Sostiene que “los mayores problemas están en todas las vías trasversales que conectan costa-sierra y oriente-sierra. Además de gran parte del territorio de Manabí por arcillas expansivas o la provincia de Loja por la inestabilidad de los suelos” (José Macchiavello).

Hay preguntas que no deben quedar flotando y sin respuesta. Especialmente las referidas a los aspectos científicos que tienen que ver con el conjunto de las nuevas carreteras que se han construido últimamente, puesto que si ha predominado el rédito político y no lo técnico, significaría que se ha privilegiado la ideología antes que lo necesario para el país.