Siembra de arroz. Rafael Ruiz espera cosechar la gramínea en tres meses.

Las carencias del Daule Rural

La capital arrocera del país reclama mejoras en vialidad en el campo. El agua potable llega en tanqueros cada dos semanas.

El panorama es parecido a lo largo de los ocho kilómetros del camino de tierra que une las vías Daule-Salitre y Daule-Nobol, y que conecta con los recintos El Cerrito, Santa Rosa, San Sebastián. Los colores de las parcelas delatan el estado de la siembra en la capital arrocera del Ecuador: lechuguín, desmonte, cosecha..., que muestran terrenos de diferentes tonos: verde oscuro, verde claro, amarillo, café.

Al pie del camino, arbustos y árboles frutales aplacan el sol y el polvo. Daule es cantón agrícola. Su principal actividad económica, la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca la realiza el 36,7 % de la población, seguido por el comercio al por mayor y menor, con el 18,9 %.

Esa zona rural produce el arroz que consume el país. Y esa misma zona cada año reclama por la falta de atención de las autoridades. La vialidad es un problema. Y, aunque el Municipio ha abastecido con redes domiciliarias de agua potable a la cabecera cantonal, hay sectores donde no llega.

En El Cerrito, Santa Rosa, San Sebastián otro paisaje común son los tanques apilados al pie de la vía a la espera del tanquero municipal que, según los vecinos, llega cada 15 días.

Dos semanas deben esperar para obtener agua gratuita, pero el líquido dura solo dos o tres días dependiendo de cómo se reserve, por ello en cada hogar deben comprar aparte para que les “alcance”. El miércoles pasado, Nancy Ruiz tenía casi vacíos los tanques. Ella vive en San Sebastián. “Ayer (el martes) llegó, de aquí no viene en dos semanas, y ya casi no hay agua. Nos toca comprar al tanquero rojo, un dólar veinticinco cuesta cada tanque”.

Antaño el agua del sitio era salobre porque se la obtenía de pozo, recuerda Jacinto Arévalo, un veterano del arroz cuyos hijos debían conseguir el líquido para consumo “en el pueblo”.

Esa agua no servía, asegura Washington Sánchez, quien vive en Santa Rosa desde hace 30 años. “No se podía tomar, no se podía ni bañar, tampoco utilizarla en las siembras, las secaba. Por eso es una ayuda que nos lleguen los tanqueros, aunque sea dos veces al mes”.

El alcalde Pedro Salazar asegura que, además, en los sitios donde aún no llega el líquido vital, existen cisternas comunitarias para que los moradores la tomen. Sin embargo, ni en Santa Rosa, ni en el recinto El Cerrito, los pobladores han advertido la presencia de ese servicio.

Para Rosa Peñafiel, de El Cerrito, el paso del tanquero es un alivio mientras dura el agua. “Solo dejan dos tanques por casa, nos hacen firmar una hoja para verificar que han dejado el agua. Vienen por días, los miércoles les toca aquí”.

En el recinto Río Nuevo, la situación es similar, el agua no llega por tubería y el uso de los tanqueros es a diario, con la diferencia de que no es gratuita. “Sí pasan esos tanqueros blancos (los del Municipio), pero aquí no dejan, nos toca comprar”, dice Gilda Quinto, comerciante del lugar.

Juan Herrera, quien reside hace más de 40 años en Santa Rosa, considera que el ingreso de tanqueros ya es una ayuda, ya han aprendido a convivir con la situación. El mayor problema, dice, son las vías.

El alcalde Salazar asegura a EXPRESO que el prefecto Jimmy Jairala no ha hecho lo que le corresponde: “Atender a los recintos rurales”.

“Son más de 180 recintos que tiene este cantón y pregunte cuántos ha atendido. Solo dos vías: hacia Los Lojas, La T - Los Quemados - Jigual, y Magro -Boquerón, que está haciendo la segunda fase”, indica.

Esa situación afecta la producción de los dauleños, dice. Más cuando es invierno. “Con esos caminos dañados los transportistas no quieren ingresar para sacar el producto, o les cobran más caro, es un costo que lo debe asumir el agricultor, lo que se traduce en pérdidas para ellos”, dice Salazar.

Consultada por este Diario, la Prefectura afirmó en un comunicado que desde 2009 ha invertido más de 10 millones de dólares en el cantón arrocero.

En el informe destacan las obras ejecutadas en las distintas parroquias: la mayoría se basa en mantenimiento con material pétreo, lastrado y riego asfáltico.

En la parroquia Laurel, por ejemplo, cita los trabajos de rehabilitación con carpeta asfáltica de la vía Laurel-Lorena; la reconstrucción de la de ingreso a Pueblo Nuevo; el mantenimiento pétreo del camino Yurima-Judipa-Boca de las Peñas; y el camino a Las Maravillas-Palo Alto-La Candela- La T Chiquita.

En Limonal, la reconformación y compactación de caminos y bacheo asfáltico, entre otros trabajos ejecutados.

Y en la cabecera cantonal, Daule, la Prefectura dice haber realizado el mantenimiento pétreo del camino Naupe-Clarisa y la reconstrucción de camino Animas-Península de Ánimas.

Sin embargo, indica, no hay proyecto de construcción de carpeta asfáltica en los recintos Santa Rosa, El Cerrito, San Sebastián. “A la presente fecha se ha realizado el mantenimiento de la vía que consistió en un bacheo pétreo y un acabado de obra pública”, dice el informe.

Ese es precisamente el temor en este sector, que el asfaltado no llega y la época de las lluvias se acerca. Y con ello, los grises paisajes invernales que deben sufrir cada año.

El Municipio tiene proyectos para llevar el agua

El alcalde Pedro Salazar calcula que al menos el 90 o 95 % del cantón está abastecido de agua potable.

Toda la cabecera cantonal y las parroquias cercanas están abastecidas. Los lugares más alejados se abastecen de tanqueros y existen proyectos para hacer el tendido de las redes domiciliarias.

Juan Carlos Farías, director de Obras Públicas, confirmó a EXPRESO que el 35 % del total de población rural cuenta con el servicio.

El 65 % restante se abastece mediante cisternas comunitarias y tanqueros. Se realizarán estudios para dotar del servicio a través de pequeños sistemas de potabilización de agua para esos sectores alejados de la cabecera cantonal.

Dijo también que al momento se están realizando los estudios para la construcción de una planta de tratamiento de agua potable con capacidad aproximada de 70 mil metros cúbicos por día para la parroquia satélite La Aurora, que se abastece del líquido vital a través de una concesión con la empresa Amagua, la cual le compra a Interagua.

Vialidad. Los caminos vecinales son de tierra, con polvo y piedras. En el invierno la situación empeora y la vía se llena de lodo. Además, la cosecha se saca en moto, pues las camionetas fleteras son escasas en la zona.