Misterio. Una lancha nueva fue abandonada a 7 kilómetros de Manta.

Carceles de 4 paises alojan a 250 pescadores

El sector pesquero artesanal de los cantones manabitas de Puerto López, Manta, Jaramijó, Jama y Pedernales está preocupado. En menos de una semana, han sido detenidos en aguas nacionales e internacionales más de 20 pescadores con cerca de cuatro toneladas de cocaína.

Las capturas se han ejecutado entre el 16 y 20 de marzo. La mayoría de los detenidos proceden de Manta y Jaramijó.

La última detención se produjo el domingo, entre la provincia de Esmeraldas (Ecuador) y Colombia. Se decomisaron 1,7 toneladas de cocaína, en dos lanchas tipo fibra con matrícula de Manta. Cinco personas fueron apresadas: cuatro colombianos y un ecuatoriano.

“Estamos muy preocupados por esta situación, la pesca ya no abastece para llevar el pan de cada día a nuestros hogares y la desesperación por la grave situación económica hace que nuestros pescadores se vean tentados por las ofertas de los narcos”, cuenta Luis Peñafiel, un pescador de 45 años que dice pensarlo dos veces antes de caer en la tentación; pero, a la vez, recuerda la deuda que tiene con los bancos.

Según cuenta, solo en Jaramijó se han registrado 15 pescadores detenidos por guardacostas internacionales con cargas ilícitas, en apenas una semana.

La cifra que revela el coronel Mauro Vargas, jefe de la Policía de Manta, resulta más alarmante. Por estadísticas que manejan a nivel internacional, conoce que existen 250 pescadores ecuatorianos detenidos en cárceles de EE. UU., Guatemala, Honduras y Costa Rica, capturados en los últimos tres años. En su mayoría son de Manabí y Esmeraldas.

‘José’, un pescador de 20 años, fue tentado -hace días- por segunda vez para realizar un viaje. Su esposa y padre se lo impidieron. Da gracias a Dios. “Las lanchas en que tenía que ir las agarraron y mis compañeros están presos en Costa Rica”.

El pasado lunes, una lancha de fibra de vidrio sin matrícula y con nombre clonado, apareció abandonada en el balneario de Santa Marianita, a 7 kilómetros de Manta. Era nueva y no tenía motor. Tenía gran cantidad de bebidas hidratantes, combustible, galletas y gaseosas. Se presume que fue utilizada para llevar droga en altamar. “Un día antes, se decomisó cerca de las Islas Galápagos un cargamento que fue lanzado al mar...”, recordó un agente que investiga el caso.

Un pescador revela que las fibras salen vacías desde esas costas, mientras ellos salen desde Manabí a Esmeraldas por vía terrestre. De ahí parten a Colombia en lancha para trasladar la droga. También cargan por Muisne.