El cansado motor del corazon

H ay personas que reflejan en el rostro lo que son en su interior, en su alma; otros, se ponen todos los días una máscara, de acuerdo a las circunstancias, para ocultar sus sentimientos y emociones, así esconden lo que son en realidad; en todo caso, Dios es el único que conoce el corazón de la gente, como titulaba la inolvidable columna de Martín Arellano. Caras vemos, corazones no sabemos.

Si tenemos algún problema espiritual, bajémonos de nuestro pedestal (eso le duele al ego) y vayamos al taller del maestro Jesús; El es el “único mecánico capaz de darle vida al cansado motor de tu corazón”, como dice Pablo Martini.

Miguel Ulloa Paredes