Canonizaciones interesadas

¿Qué diríamos de un rey que se dedique a proclamar con frecuencia “héroes de la patria” a reyes que le precedieron poco antes en el trono? No hay que ser muy listo para darse cuenta de que se pretende reforzar el cargo y buscar que glorifiquen su memoria. El humilde Francisco no hace más que canonizar cada dos por tres a sus más sus cercanos predecesores, algunos tan discutibles como Wojtyla, añadiéndoles personajes más digeribles, como ahora acaba de hacer al canonizar a Paulo VI junto al arzobispo mártir Oscar Arnulfo Romero. No cabe duda que este papa sabe hacer las cosas muy bien; claro que, de tanto repetirlas, se le ve el truco a Bergoglio.

M. Llopis Piferrer

Barcelona, España