Canonazo al aire

Pienso, mientras escribo en las horas previas al partido que vamos a jugar con Brasil (fíjense que no digo contra sino con -solo se trata de fútbol), que si ganamos nadie se va a interesar por las páginas editoriales. Por supuesto, la noticia del resultado del partido estará en la portada y la sección deportiva colmada de comentarios. Si empatamos, igual lo sentiremos como un triunfo. No perder, frente al equipo de Neymar, siempre tiene sabor de victoria. Si el marcador conlleva una derrota, el humor nacional estará un poco tristón y no cabe entonces incrementar la tristeza con acotaciones agrias.

Por otro lado, más allá de mi circunstancial deriva futbolera, pienso en Venezuela. Ya estarán llenándose las calles de Caracas con los manifestantes de ambos bandos. Ojalá prime la cordura y se evite un enfrentamiento que, a no dudarlo, conllevaría muchas víctimas. (Me acuerdo de Jefferson y aquello del árbol de la libertad que se abona con sangre de patriotas y tiranos.)

¿Hasta cuándo tendremos que pagar con sangre por nuestras irrenunciables libertades? ¿Será que Venezuela no tiene otro camino para recuperar su derecho a ser libres? ¿Será que sus Fuerzas Armadas se volvieron ejército de ocupación de su propio país? Amanecerá y veremos, dicen por esas tierras a las que guardo especial afecto. También que llueve y escampa.

Pienso igualmente en México y me pregunto: ¿qué pasa con Peña Nieto? ¿Qué pretendía con la prematura invitación a los candidatos a la Presidencia de los Estados Unidos? Claro que la relación con ese país es importante para el suyo pero, ¿es propio invitar a quien ha manifestado tener los peores conceptos respecto a los migrantes mexicanos que cruzaron ilegalmente la frontera y por ello piensa construir un muro haciéndoselo pagar a México? ¡Qué mal se vio a Trump al lado de Peña Nieto, dándole ‘trumpadas’ a México!

Y acá, dándonos patadas y trompones verbales con nuestros soldados, en vez de ponernos juntos a enfrentar una grave crisis que, por supuesto, no se resuelve con cortinas de humo.

¡Qué mal que andamos! Lo siento por Brasil pero, ojalá les ganemos.

huertaf@granasa.com.ec