Para cambiar hay que querer cambiar

La Biblia (2 Corintios 7:10) dice que el cargo de conciencia (el remordimiento), pero sin el ánimo real de cambiar de vida, produce muerte espiritual.

Científicamente, el Dr. Glenn Yoong, en reportaje de diario EXPRESO, señala acertadamente que la melancolía daña los pulmones y el llanto de tristeza afecta el sexo y los riñones.

Por el contrario, señor Director, si estamos en un callejón sin salida, el llanto de súplica a Dios cuando decidimos rectificar el rumbo, nos desestresa y elimina toxinas; mejora la salud física, mental y emocional. Comprobado científicamente.