Ayer, personal del Ministerio de Salud fumigó las áreas afectadas.

Las botas, moda obligada para 500 familias de Duran

El panorama es agobiante. Poco alentador, atemorizante. En las ciudadelas Centro Vial y El Dorado, ubicadas en el kilómetro 5 y 6 de la autopista Durán-Boliche, donde viven en promedio 500 familias, los moradores claman por ayuda desde el viernes pasado.

Sus viviendas han quedado anegadas tras la furia del invierno y debido al taponamiento de un canal de desfogue de aguas lluvias y servidas, que ahora no solo inundan sus casas, sino que también se filtran en las tuberías.

Los afectados alegan que las industrias que se levantan en las periferias han llenado de tierra y basura el conducto.

“La alcaldesa de este cantón les ha permitido hacer lo que quieran. Les ha dado la venia para que pongan y saquen, construyan y obstruyan. Les ha dado la venia para que nos obliguen a vivir en la miseria”, asegura enfurecida Geoconda Pineda, residente de Centro Vial, mientras relata una a una las afectaciones que han tenido.

“Aquí no se puede salir de casa si no es con botas”, precisa. No solo porque el agua desde el pasado viernes cubre las veredas y, en algunos casos, llega hasta las puertas; sino porque está mezclada con heces y animales. De hecho, ayer tres culebras aparecieron en los portales. Los moradores las aniquilaron a punta de machetes.

“Eran enormes”, describe Mario Layana, quien durante la inundación, “la peor de esta década”, ha sido visitado por ratas, alacranes y sanguijuelas. La mayoría aparece en su dormitorio. Su casa, dice, parece una selva.

“Estamos en medio de un bosque putrefacto, en donde no basta remangarse los pantalones para no mojarse. Los negocios que aquí se levantan han cerrado sus puertas. Los carros se han dañado y los niños enferman”.

Tiene salpullido, picazón, severos dolores de cabeza y garganta. También malestar en el cuerpo, bombitas de agua en las piernas e irritación en los ojos.

“Temo que sea dengue”, comenta preocupada Sofía Ramírez, residente de El Dorado, mientras esperaba que su hija sea chequeada por los especialistas de la unidad médica móvil del Distrito de Salud 24 de Durán, que ayer visitó el sector por primera vez desde la emergencia.

Cerca de 50 pacientes, entre niños y adultos, estaban esperando la atención. Centro Vial sería visitada por la Unidad hoy.

A decir de Gonzalo Menoscal, director general de Riesgos del Cabildo, este caos se debe a varias razones. Las urbanizaciones no consideraron el efecto de las inundaciones al momento de construirse y los canales, en efecto, estaban tapados.

Ante ello, ayer personal del Municipio empezó a trabajar eliminando del canal todo tipo de residuo y material, y drenando parte del estero Don Camilo, donde desfogan estas aguas, a través de una bomba axial, capaz de drenar casi un metro cúbico de agua por segundo.

El experto asegura que este último trabajo (de drenaje y dragado) es competencia de la Prefectura del Guayas. “No es nuestra responsabilidad. Lo que ahora estamos haciendo va a ayudar a la comunidad. Sin embargo, mientras el estero no tenga un buen dragado, el problema se repetirá en este y otros inviernos”, dice el experto, al asegurar que la entidad ya se puso en contacto con ellos para evaluar la zona e iniciar posibles trabajos.