Traslado. Los penitenciarios fueron llevados a la Unidad de Flagrancia para enfrentar en audiencia los cargos.

En las botas ingresaban lo prohibido en carceles

Luego de la operación en el centro carcelario, agentes de la Unidad de Investigación Penitenciaria de la DGI se trasladaron hasta la cooperativa Unión de Propietarios, frente a la antigua penitenciaría, donde allanaron dos viviendas.

Un recluso del Centro de Privación de Libertad de la Zona 8, que cumple una sentencia de 35 años de prisión por delitos de secuestro, violación y asesinato, habría liderado una presunta organización delictiva conformada hasta por agentes de seguridad penitenciaria.

Luego de cuatro meses de seguimiento, agentes de la Dirección General de Inteligencia (DGI) de la Policía Nacional ejecutaron -la mañana de ayer- un operativo denominado ‘Bota’, en el interior del mencionado reclusorio.

La operación, en coordinación con la Fiscalía, los ministerios del Interior y de Justicia, inició a las 06:00 y culminó a las 09:30 con la detención de ocho guías, el supuesto líder de la red y tres familiares de él.

La viceministra de Justicia, Karla Benítez, detalló que la investigación se inició tras el descubrimiento de dos cocineros que ingresaban a la cárcel objetos prohibidos.

Durante las indagaciones confirmaron que nueve guías, en asociación ilícita, ingresaban al centro carcelario droga, celulares y otros accesorios prohibidos y sancionados por el Código Orgánico Integral Penal (COIP), que eran vendidos a los demás presos.

La coronel Tanya Varela, comandante de la Zona 8 de la Policía, explicó que varios reos integrantes de la red eran los encargados de reclutar a los guías para que ingresen los objetos, en unas botas modificadas en una zapatería del centro de Guayaquil, de propiedad del padre del presunto líder, quien fue detenido. El calzado era alterado especialmente para camuflar en las suelas y tacos los celulares y la droga.