Sufragio. El presidente de Bolivia, Evo Morales, en un recinto electoral de Chapare, ayer.

Bolivia le dice que no a Evo

El presidente de Bolivia, Evo Morales, perdió ayer un referendo necesario para buscar una nueva reelección a la presidencia, según los sondeos a boca de urna difundidos por medios locales, por lo que deberá abandonar el poder al final de su tercer y actual mandato, en el 2020.

En medio de un clima tenso generado por recientes hechos de violencia y denuncias de abuso de poder, el 52,3 % de los bolivianos votó por el no a la reforma constitucional que habría habilitado la opción de una nueva reelección, frente al 47,7 % que lo hizo por el sí, según la consultora Ipsos.

De acuerdo con la encuesta a boca de urna de Equipos Mori, el no se impuso con un 51 % al sí, que logró el 49 % de los sufragios. El líder indígena, que está en el poder desde el 2006, pretendía reformar la Constitución para poder postularse para gobernar el país del 2020 al 2025.

El líder de centroizquierda llevó a cabo un exitoso programa económico con base en la explotación de los recursos energéticos (principalmente el gas) del país, que permitió un fuerte crecimiento de la actividad y una disminución de la pobreza.

Pero la popularidad del mandatario, que ganó los comicios presidenciales del año pasado con el 61 % de los votos, se vio afectada recientemente por una denuncia de tráfico de influencias y por la muerte de seis funcionarios durante un incendio intencional de la Alcaldía de El Alto, en manos de la oposición.

Se esperaba que más de 6,5 millones votaran en el país y el exterior, en unos comicios que pese a que se desarrollaron de forma pacífica en la mayoría del país, reportaron disturbios en varias zonas.

La quema de papeletas y ánforas en un colegio por parte de un grupo de electores en protesta por el retraso en el inicio de la votación, alteró la normalidad de la jornada del referendo boliviano.

El incidente ocurrió en el barrio Las Hamacas de la ciudad de Santa Cruz donde, ante los medios de comunicación, decenas de personas prendieron fuego a boletas de votación nuevas y a las ánforas, mientras expresaban exaltados su temor a un fraude.

Una de las manifestantes dijo al canal Red Uno que quemaron las papeletas y ánforas ante la sospecha de que la demora en la apertura de las mesas electorales se debía a “un fraude que se está haciendo desde el Gobierno”, denuncia descartada por el Ejecutivo.

En otro colegio, denunciaron haber encontrado papeletas marcadas por el sí a la reforma constitucional y se acusó de la supuesta irregularidad a una notaria que se encontraba en el recinto y que tuvo que salir escoltada por la policía, aunque no se aclaró si está detenida. El ministro de Gobierno, Carlos Romero, lamentó que se registraran problemas en 15 recintos electorales.