El Estado y sus beneficiarios

Literalmente estado es la situación de una persona o un bien, estado civil de las personas, estado de mayor o menor cohesión molecular de un bien: sólido, líquido o gaseoso, entre otras acepciones. El Estado al que me refiero es la moderna organización jurídica-administrativa de un país, reemplaza arcaicos sistemas en que prevalecía la voluntad del jefe de la comunidad, nacen para posibilitar una convivencia civilizada, evitar el uso de la fuerza, el abuso de autoridad, garantizar a sus súbditos sin exclusiones, igualdad ante la ley y protección de sus derechos fundamentales.

Han habido históricamente gobiernos arbitrarios como el del Rey de Francia Luis XIV que exclamó “El Estado soy Yo”, o “Después de mí, el Diluvio”, contra esos delirios de poder surgen los regímenes democráticos, en los que la norma jurídica racionalmente expedida, es el instrumento que regula relaciones y resuelve controversias entre personas o de estas con instituciones. Por ambiciones políticas o económicas aparecen dos tesis sobre el rol del Estado: la una, totalitaria, de dominación de una clase social y/o de un grupo político que pretextando un conflicto de intereses asume un modelo de gestión impositivo, que desemboca en el aprovechamiento del grupo gobernante, disfrutan del “buen vivir”, se apoderan de sus instituciones, lo convierten en el gran empresario creador de empleos vía incremento de la obra pública y el gasto público, se arrogan la potestad de juzgar lo que se debe pensar u opinar. La otra, democrática, considera los intereses no son irreconciliables, es posible armonizar aspiraciones diversas para alcanzar el bienestar de todos, integrar una sociedad cuando no se anteponen apetencias individuales a los anhelos colectivos.

El actual gobierno ecuatoriano escogió la tesis del Estado dominante, por eso sostiene que los recursos públicos le pertenecen, el Presidente es Jefe de todas las Funciones, un gobierno omnímodo con ciudadanos atemorizados sometidos a sus decisiones, el resultado es merma de libertades y ausencia de un Estado al servicio de sus habitantes como debe ser.

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