
Becas, oportunidad para seguir estudiando
El proceso inicia con la recepción de carpetas en la Unidad de Bienestar Estudiantil, donde son seleccionadas en base al cumplimiento de requisitos. Uno de los pasos a cumplir es la verificación del domicilio, actividad que realiza Jully Guijarro, tra
El despertador de Patricia Laje suena a las 04:30. La joven reside en Naranjito, en un recinto llamado Chagüe, ubicado en la vía a Bucay. Laje estudia Psicología en la Universidad Estatal de Milagro (Unemi), a unos 22 kilómetros de distancia; y su hora de ingreso es a las 07:00, por ello necesita madrugar.
Su jornada académica, que termina a las 15:30, no le permite trabajar, por lo que solicitó una beca en la alma máter milagreña que, como las instituciones de educación superior, destina el 10 % de su presupuesto para otorgar becas en sus distintas modalidades: académicas, socioeconómicas, por discapacidad y deportivas.
El proceso inicia con la recepción de carpetas en la Unidad de Bienestar Estudiantil, donde son seleccionadas en base al cumplimiento de requisitos. Uno de los pasos a cumplir es la verificación del domicilio, actividad que realiza Jully Guijarro, trabajadora social de la universidad.
Luego viene la entrevista con la directora de la Unidad y finalmente el análisis realizado por el Consejo de Bienestar Estudiantil, explica Mónica Zea, directora de la Unidad de Bienestar Estudiantil.
La funcionaria expone que en base al Reglamento de la Unidad de Bienestar Estudiantil “debemos hacer un profundo análisis de la situación de cada uno de los aspirantes para que los fondos que el Estado está destinando para el apoyo a la formación del futuro talento humano llegue a quienes realmente lo necesitan”.
Con la visita al domicilio se puede verificar las condiciones de vida y posibilidades del estudiante; se evalúa su entorno y entrevistan a la familia, para con ello evidenciar los recursos que el alumno o alumna emplea para su traslado a la institución, alimentación y la inversión en materiales para el proceso de formación académica.
En el proceso para recibir becas hay historias como el de Pamela Palacios, quien estudia Enfermería y habita en el recinto Roberto Astudillo, o María José Calderón, quien reside en el cantón Simón Bolívar y, al igual que Laje, pretende ser psicóloga, sin importar lo que cueste: madrugar, viajar largas distancias y destacando en sus clases para acceder a una beca. KSG