Eufórico, no era para menos. Así estaba el tenista español Roberto Bautista Agut tras dejar fuera de la final del Masters de Shanghái al favorito y número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic.

En una semifinal impecable del ibérico, quien se mostró imperial al saque y concedió muy pocos fallos (salvo al final, víctima de los nervios del momento), Bautista logró un marcador de 6-4 y 6-4 en una hora y 48 minutos de juego, logrando así uno de los momentos cumbre de su carrera.

El español aprovechó, por otro lado, la baja forma del serbio, que la semana pasada ya canceló su participación en uno de sus torneos favoritos, el de Pekín, y en los cuartos de final de Shanghái, ayer viernes, ya había pasado apuros para derrotar en tres sets al alemán Mischa Zverev, 110º del escalafón de la ATP.

Bautista, 19 en el ranking, dijo estar contento de haber triunfado en el que quizá es “el partido más importante” de su carrera, pero frenó la euforia y se definió como un jugador “discreto y trabajador”.

“Hablar de estrellas hoy no toca. Soy un buen jugador, discreto, trabajador y ojalá algún día pueda estar más arriba”, comentó tras la victoria sobre ‘Nole’, que había ganado el torneo shanghainés en 2012, 2013 y 2015 y no perdía en la Perla de Oriente desde una semifinal contra el suizo Roger Federer en 2014.

El español medirá en la final al # 2 actual, Andy Murray, quien venció en la otra semifinal al francés Giles Simon por 6-4 y 6-3.

“Mañana (hoy), como todos los días en el tenis, todo empieza de cero, me voy a tener que atar las zapatillas, voy a tener que correr, que luchar, que ser valiente”, comentó acerca de próximo enfrentamiento ante el británico. Por su parte, Djokovic reconoció la superioridad que mostró ayer Bautista.