Sociedad letal. Marco Caicedo (i) celebra con Jonatan Álvez el gol de la victoria de Barcelona ayer ante el Delfín, en el estadio Reales Tamarindos de Portoviejo. El primero anotó el gol, al segundo le cometieron la falta.

Barcelona recupera la punta

Cuando las circunstancias no están para golear, ganar por la mínima diferencia también es útil. Barcelona lo entendió así y con un solitario gol de Marco Caicedo recuperó la punta del campeonato ecuatoriano de fútbol, confirmó el pleno de puntos (9) co

Cuando las circunstancias no están para golear, ganar por la mínima diferencia también es útil. Barcelona lo entendió así y con un solitario gol de Marco Caicedo recuperó la punta del campeonato ecuatoriano de fútbol, confirmó el pleno de puntos (9) cosechados en sus enfrentamientos ante Delfín en lo que va de la temporada y extendió a 15 años su invicto frente a este rival (la última vez que cayó fue el 15 de abril de 2001).

Acostumbrado a someter a sus contrincantes con amplias diferencias, ayer el Ídolo se vio en la necesidad de dosificar energías en un escenario que, como el Reales Tamarindos de Portoviejo, no tiene una de las mejores canchas del país y no se presta para practicar el fútbol de toque, velocidad y contundencia que le gusta a la parcialidad amarilla.

Luego de un inicio impetuoso en el que intentaron ponerse en ventaja en el marcador lo más rápido posible, los amarillos entendieron que la mejor vía era asegurar la posesión del esférico, desgastarlo en la mitad de la cancha y salir vía contragolpe, especialmente por la banda izquierda, donde Marco Caicedo fue el que mejor entendió las combinaciones que a primer toque realizaba el argentino Damián Díaz.

Muy temprano Caicedo probó los reflejos de Pedro Ortiz y el guardameta manabita respondió de forma eficiente desviando la pelota por la última raya, evitando así las complicaciones que el tiro libre ejecutado por el centrocampista ‘torero’ podía acarrearle.

Delfín planteó lucha en cancha rival, adelantó sus líneas tratando de convertirse en un equipo corto. Fue la mejor vía que el debutante técnico Armando Osma -quien dirigió vía celular desde el sector de palco- encontró para intentar equilibrar el mayor peso futbolístico que la zona de volantes de Barcelona presentaba en el terreno de juego.

El riesgo asumido fue grande y pagaría las consecuencias poco después de cumplirse el primer cuarto de hora. Una mala salida tomó adelantada a la defensa manabita, obligando a que Francisco Silva detenga a Jonatan Álvez con una falta penalti que el árbitro Carlos Vera no dudó en sancionar. Caicedo ejecutó con calidad.

Desde ese momento el partido se tornó más emocionante. Los locales probaron por todas las vías disponibles, mientras la visita administraba la ventaja con la tranquilidad de saber que en cualquier contragolpe podría ampliar la diferencia.

El marcador no se movió. Barcelona cosechó tres puntos que lo ponen más cerca de alcanzar la estrella 15 sin necesidad de penaltis, mientras Delfín queda comprometido con la zona del descenso. El cuadro manabita es penúltimo en la tabla acumulada, con apenas un punto más que el Mushuc Runa, cuya labor en la segunda etapa podría ayudarle a mantenerse en la serie grande.

El siguiente rival del Ídolo será River, el miércoles en el estadio Christian Benítez.