Dice un viejo adagio en el fútbol, “que para ser campeón, hay que ganarle a todos y a los mejores”, en la Eurocopa de Francia, esta frase se apega a su realidad. Los campeones del mundo y de las Euros se estacionan en la llave B, en donde salir airoso y ser finalista será un duro reto.

En este sector de fases finales, está el campeón vigente del torneo (España), el actual campeón del mundo (Alemania), el dueño de casa (Francia), el inspirado (Italia) y el picante (Inglaterra). Nombres totalmente distintos de los que se verán en la llave superior.

Allí, la Bélgica de Eden Hazard, Gales de Gareth Bale y Croacia de Luka Modric, relucen como favoritos a llegar a la final. No así la Portugal de Cristiano Ronaldo, que a pesar de tener al galáctico al 100 por ciento, no ha ganado ningún partido de lo que va de la Copa.

Irlanda e Irlanda del Norte, Islandia, Hungría y Eslovaquia son las grandes sorpresas en esta fase final. Mientras que el ausente será la Suecia de Zlatan Ibrahimovic, quien se despidió de su seleccionado tras la eliminación.

Al inicio se criticó el aumento de 16 a 24 equipos, pero por ahora el torneo que se juega en Francia ha sido parejo y muy disputado. No han existido goleadas estrepitosas, más bien victorias con dientes apretados y goles en minutos finales.

Ninguno de los 16 clasificados pudo ganar sus primeros tres encuentros de la fase de grupos, algo que no sucedía desde la edición de 1996. SDP