La salvación está cada vez más lejos. Aucas empató ayer con Independiente del Valle, en el estadio General Rumiñahui.

Este resultado dejó un sabor amargo en los jugadores del equipo oriental. Las oportunidades se terminan y no pueden salir del último lugar de la tabla acumulada, por lo que ratifican su condición de favoritos para descender.

Por ello, cuando terminó el partido, varios salieron con la mirada al piso. El capitán Jefferson Hurtado fue el más afectado. Sus compañeros le consolaron antes de llegar al túnel del camerino. Su decepción se debía a que él desperdició una clara oportunidad para ganar, a cuatro minutos del final. Remató desviado.

La igualdad también complicó al cuadro del Valle de Los Chillos. Su principal aspiración es llegar a la Copa Libertadores, pero quedó a siete puntos del tercer lugar de la acumulada.

Por ahora está en el último sitio de clasificación a la Sudamericana, pero aquello es considerado por la directiva como un fracaso.

Los dos equipos saltaron a la cancha con apuestas distintas para quedarse con los tres puntos. Aucas fue precavido y se refugió en su cancha. Cedió la iniciativa al local para encontrar espacios con salidas rápidas. Pero Independiente fue inteligente para controlar la zona medular y no le dio mayor oportunidad. Llegó con frecuencia, pero jamás descuidó la última línea.

Paradójicamente, cuando Aucas empezó a generar en la cancha rival, recibió el primer gol. Jackson Pita abrió el marcador a cinco del descanso.

En el segundo tiempo Aucas salió a jugarse todas sus fichas. Adelantó las líneas y descuidó la defensa.

El ímpetu recibió un golpe cuando Byron Castillo salió expulsado. Él había entrado tres minutos antes.

A pesar del golpe, los dirigidos por Armando Osma no se rindieron y siguieron atacando. Encontraron su premio a los 68, cuando Juan Carlos Villacrés igualó.