Elecciones. Alejandro Domínguez ocupaba el cargo interino en el organismo por Napout. Ayer en los sufragios fue respaldado.

Assange no sale, pero canta “victoria”

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, reclamó ayer al Reino Unido y a Suecia que “cumplan el dictamen de la ONU” que condena sus cinco años y medio de detención “arbitraria” en Londres y celebró la decisión como una “victoria histórica”.

En un mensaje desde el balcón de la embajada ecuatoriana, donde está refugiado (tras dos años bajo arresto domiciliario), Assange instó a los Gobiernos sueco y británico a respetar el veredicto “vinculante”. “Es una decisión histórica para mí, mi familia y mis hijos”, dijo el informático australiano, que apareció vestido con traje oscuro y corbata de cuadros y presentando buen aspecto.

El Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detenciones Arbitrarias pidió a los dos países que “pongan fin a la privación de libertad” del australiano (detenido en Londres en 2010 a petición de la Justicia sueca) y reconozcan su derecho a reclamar compensación, en un dictamen “jurídicamente vinculante”.

Sin embargo, los Gobiernos de Londres y Estocolmo argumentan que el veredicto “no cambia nada” ni afecta el proceso legal en curso e invitan a Assange a salir de la embajada, donde se exilió para evitar su extradición a Suecia, y permitir su arresto. Incluso desde Londres se dijo que no se podía condenar la detención porque Assange no está detenido.

En su intervención pública, el fundador de WikiLeaks, de 44 años, criticó que el Reino Unido diga ahora que se opone al dictamen de la ONU cuando “no lo recurrió dentro del plazo establecido de quince días”, y recordó que ambos países pertenecen al sistema de Naciones Unidas y deben acatar su autoridad.

Assange, que lucía su habitual cabello blanco, no contestó preguntas de los periodistas congregados, como tampoco lo hizo en una rueda de prensa anterior en la que participó por videoconferencia.

En esa rueda de prensa, su equipo legal pidió a Suecia que retire la orden europea de arresto que pesa sobre su cliente y celebró la “clamorosa” victoria ante el panel de expertos internacionales.

En la misma línea se pronunció ayer el canciller Ricardo Patiño, quien criticó que Londres opte por no reconocer la decisión del organismo internacional, pese a que aceptó la institucionalidad del Grupo.

“Con la decisión del grupo de trabajo de la ONU queda perfectamente claro que estamos hablando de una persecución política, en contra de quien hizo público lo que sucedía en diferentes países del mundo, como muerte de personas, que lo llamaban daños colaterales”, indicó, reiterando que la decisión del Grupo de Trabajo determinó que la acción contra Assange es arbitraria.