El pasado 6 de noviembre, los representantes de las ciudadelas acudieron a la Gobernación para solicitar más presencia policial y acciones estatales en el sector.

Los asaltos terminan con los negocios de Mucho Lote 2

En el sector, conocido como Mucho Lote 2, existen alrededor de 97 negocios que están distribuidos en los exteriores de 10 urbanizaciones privadas.

“Aquí no nos roban, nos saquean. Si te asaltan una vez es un golpe fuerte, pero que lo hagan dos y tres veces, no te queda otra opción que irte”. Esas son las impresiones de Ximena Romero, quien es dueña de una panadería que cerró sus puertas la semana pasada luego de que -por segunda vez- tres sujetos en una motocicleta llegaran hasta su local y se le llevaran el dinero de la semana y parte de la mercancía.

Su negocio estaba ubicado en la calle lateral de la urbanización Paraíso del Río 2, que está del lado derecho de la avenida Narcisa de Jesús, en el norte de Guayaquil.

Como ella, otra decena de locales han pasado a formar parte de la lista de los asaltados y dicen estar sufriendo las consecuencias. “Los vecinos tienen miedo de salir porque piensan que les pueden robar cuando vienen a comprar durante las horas bobas o en las noches. Eso afecta directamente al negocio”, cuenta Román Cevallos, propietario de una tienda.

En el sector, conocido como Mucho Lote 2, existen alrededor de 97 negocios que están distribuidos en los exteriores de 10 urbanizaciones privadas. El 90 % de esos comercios han sido asaltados en los últimos tres años, según las estadísticas que llevan los presidentes de las ciudadelas.

Uno de los últimos casos ocurrió hace dos meses en una veterinaria de Victoria del Río. “El joven terminó yéndose. En seis meses era la tercera vez que lo asaltaban, lo dejaron amarrado y casi desnudo dentro del local. Se le llevaron todos los equipos”, recuerda uno de sus vecinos, quien también es dueño de un restaurante.

Otto Esparza, coordinador del área externa de Villa España 2, menciona que los moradores se han unido para poner alarmas y cámaras, pero que no es suficiente. Piden una Unidad de Policía Comunitaria móvil y que les asigne más personal. “Los motorizados pasan dos horas y se van. Queremos personal permanente, que nos auxilie de inmediato, no después de media o una hora”, indica.

Jenny Mera, otra vecina, dice que los delincuentes los tienen estudiados. “Vienen en carro durante el día y observan quiénes se van. Luego de varios días empiezan los asaltos”.

Esa es una de las razones por las que, a decir de Esparza, los vecinos no denuncian. “Nos tienen identificados y ellos creen que si ponen la denuncia les puede pasar algo peor”.

El gobernador José Francisco Cevallos les ha prometido acudir al sector en las próximas semanas y los vecinos esperan que con esta visita el resguardo se intensifique.