Acto. Monge y Celi, de CREO y SUMA, se reunieron en julio pasado.

El apoyo de SUMA se perfila como la bisagra presidencial en Pichincha

Llevan meses en el limbo. Y eso podría acabar esta misma semana. Podría. Porque SUMA es un movimiento siempre condicional. Su salida de La Unidad para dar paso a una negociación a doble banda entre CREO y el Acuerdo Nacional por el Cambio, los llevará

Llevan meses en el limbo. Y eso podría acabar esta misma semana. Podría. Porque SUMA es un movimiento siempre condicional. Su salida de La Unidad para dar paso a una negociación a doble banda entre CREO y el Acuerdo Nacional por el Cambio, los llevará este martes a una decisión puertas adentro con impacto puertas afuera.

Por definición, SUMA es un movimiento de centro. Y por práctica política también. Al filo de la navaja, caminando entre Guillermo Lasso y más recientemente Paco Moncayo, el movimiento de Mauricio Rodas apunta a ser una bisagra presidencial.

Los encuestadores, tras la aparición del general Moncayo en el tablero electoral, consideran que la principal fuga de votos se produce en el electorado de Lasso, candidato sobresaliente en Pichincha, donde comparte el perfil de votante con el hombre de la Izquierda Democrática. No es un espacio menor, la provincia representa el 20 % del padrón.

El apoyo político del alcalde de Quito entonces puede resultar dirimente. Sus índices de aprobación se han recuperado, según Market e Informe Confidencial, en los últimos seis meses, desde la malsanidad de un 20 % hasta casi el 45 %, en tras abandonar las declaraciones políticas y el atrincheramiento en cuestiones municipales. Rodas, influyente en la clase media quiteña, bien hace ahora de bisagra: en sus manos podría estar la solidificación de Moncayo en la provincia que mejor lo valora, o reforzar a Lasso en su anunciada estrategia de capitalizar respaldos claves, que serán formalizados esta semana.

Las fuentes de la directiva de SUMA, consultadas por EXPRESO, afirman que “la decisión final se tomará el martes”, pero consideran como “altamente probable” que el partido mantenga “la línea decidida en la anterior reunión”, dice uno de los presentes en la convención extraordinaria que dictó el primer acercamiento con Lasso.

Y aunque el propio Moncayo asegure que “las conversaciones se mantienen” y que “SUMA prometió una respuesta para el martes”, su círculo cercano y sus cuarteles de campaña dan el acercamiento por perdido. “La única posibilidad de que se sumen al Acuerdo es con la ID”, dice uno de sus estrategas. “Ellos piden el primer puesto de la lista nacional de asambleístas. Y eso es inaceptable”.

No lo ha sido para CREO. Sus altos directivos, desde hace tiempo, reconocen como una posibilidad ceder ese puesto. En este caso a Guillermo Celi (presidente encargado de SUMA). Pero la negociación no se da por cerrada. “Nada está acordado, hasta que todo esté acordado”, reconoce uno de los negociadores de CREO.