Referencial. Se aproxima un eclipse que dejará a oscuras a EE. UU. y una etapa de baja actividad solar

El Apocalipsis del astro rey dificil, no imposible

Escena uno: 21 de agosto de 2017. El astro rey desaparece por 2 minutos y 40 segundos y deja en total oscuridad a gran parte del territorio estadounidense.

Escena uno: 21 de agosto de 2017. El astro rey desaparece por 2 minutos y 40 segundos y deja en total oscuridad a gran parte del territorio estadounidense. Se trata de un eclipse solar total, que no sucede desde 1918 (el primero del siglo) y ha sorprendido a más de 300 millones de personas que habitan desde Oregon hasta Carolina del Sur.

Escena dos: Tres años después... Es 2020 y el astro ha llegado a su mínimo solar, no presenta manchas y es posible que continúe así durante un largo período. En la historia esta ausencia contribuyó a las grandes heladas en Europa, y los expertos aseguran que llevará al planeta a una nueva pero pequeña ‘Era de Hielo’ que, por suerte, podremos amortiguar con las altas temperaturas a las que nos expone el calentamiento global.

Si usted cree que se trata de una obra, se equivoca. Ambos escenarios no pertenecen a la ficción. Sucederán tal como se relata y en las fechas indicadas, según la NASA, Solar Center y un estudio publicado en Environmental Research Letters.

Aunque estos hechos no representen por ahora ningún peligro para la especie, nos dejan claro que nada, ni siquiera el Sol, dura eternamente. ¿Entonces qué sucedería si un buen día desapareciera de repente?

En una secuencia cronológica, lo primero que desaparecería con la gran estrella es su atracción gravitatoria. Todos los planetas están ‘ligados’ gravitatoriamente al Sol, y su súbita desaparición los dejaría sin un centro que orbitar. Al perder su orden establecido, es muy probable que algunos planetas choquen entre sí.

Aquí en la Tierra tardaríamos entre ocho y nueve minutos en darnos cuenta de que el Sol ya no está en su lugar. Pasado ese tiempo, nos quedaríamos a oscuras, y para siempre.

Pero la oscuridad no sería lo más grave. La temperatura media de nuestro planeta, que hoy es de 29,6°, descendería hasta los -123º en apenas dos meses. Cuatro meses después la temperatura sería casi 200 veces más fría que el interior de una nevera doméstica. En estas condiciones, la vida desaparecería del mundo.

Lo bueno es que el Sol es una estrella de mediana edad, que lleva brillando unos 5.000 millones de años y todo parece indicar que lo seguirá haciendo durante 5.000 millones de años más. Aunque ningún ser humano llegará a verlo, pues dentro de ‘solamente’ unos 1.000 millones de años se habrá vuelto tan caliente, que la Tierra sería un mundo inhabitable.

Mínimo de Maunder

Se llamó así al periodo comprendido de 1645 a 1715 en el que las manchas solares desaparecieron casi completamente del Sol.