La cantante grabará temas de contenido feminista.

Andrea Bucaram: “Mi padre no me enseno a ser sumisa”

Tras el fallecimiento de su padre, Adolfo Bucaram, la cantante y bailarina guayaquileña Andrea Bucaram (34) vivió un período de duelo durante un año dos meses.

Tras el fallecimiento de su padre, Adolfo Bucaram, la cantante y bailarina guayaquileña Andrea Bucaram, de 34 años, vivió un período de duelo durante un año dos meses. Se alejó casi en su totalidad de las cámaras y de los escenarios. Ahora reaparece luego de finalizar con una relación sentimental que, según ella, no sumó a su vida porque la convirtió en una mujer sumisa.

Nada que ver con la joven de temperamento fuerte que siempre ha sido. Como nada dura para siempre reaccionó y acaba de retomar su carrera musical. Ha empezado a sonar con el reguetón No somos nada, además a fines de este mes viajará a Brasil, el próximo año lanzará un disco y reabrirá su academia de pole dance. El tiempo pasó, ya tiene 34 años.

“He disfrutado cada etapa, empecé a los 9 años. Estoy feliz con mis 34. A veces me dicen que debo quitarme años por mi carrera, pero no he hecho caso a ese consejo, tal vez funcione a nivel de marketing. Me gusta más la Andrea de los 34 que la de 24”, expresa Bucaram.

¿Por qué?

Estoy clara en mis sentimientos, sé lo que quiero y lo que no. Soy más exigente en ciertos temas y más humana en otros. He evolucionado y depurado determinadas situaciones. A los 14 o 24 me preocupaba mucho el qué dirán o lucir bien. Ya a los 34 se ve la vida de otra forma, además tuve la bendición de tener un padre que me guió, me dio amor y muchos consejos, entre ellos que estudie y sea espiritual.

¿Qué es lo que quiere a esta edad?

Muchas cosas son posibles, otras ya no puedo tener, me refiero a mi padre. Me ha costado dejarlo ir, soltarlo, ha sido una etapa de mucho dolor y aceptación. Ahora siento que hay que ser feliz, amarse y aceptarse tal cual eres.

¿Qué depuró?

No le deseo ni a mi peor enemigo perder a un ser querido. Mi padre era mi Dios en la tierra, mi norte y mi guía. Si él era barcelonista, yo también, él era católico, yo también. Si él decía no se miente ni se toma, no lo hacía. Lo admiraba mucho. Quiero tener esa capacidad de involucrarme con los seres humanos, ayudarlos, así como lo hizo mi papá. Era un motivador por naturaleza. Nunca lo escuché hablar mal de nadie, tampoco era un hombre de odios. Por ello está donde debe estar, en el cielo. Era su mejor amiga. Hay gente que dice que tengo mala suerte en el amor, no lo creo así, simplemente no me conformo con cualquier cosa. Lo mínimo que me daba mi padre, es lo máximo que me da cualquier hombre.

En los tiempos que corren prácticamente es buscar una aguja en un pajar.

El hombre ecuatoriano es machista, se olvida de que la mujer es luz y que hay que valorarla y amarla. Durante los primeros meses los hombres son maravillosos, se conocen todos los tips. Creo que los feos son peor que los guapos. Los primeros son inteligentes y saben mentir, mejor dicho se las saben todas. Esos son sus recursos, ya que el físico no es su fuerte. Los segundos desarrollan los músculos y están acostumbrados a que todas se mueran por ellos.

¿Ha tenido muchos feos en su vida?

He tenido de ambos, por ellos los conozco. A los 4 meses, el feo quiere mandar, si es posible encerrar a la mujer que está a su lado, además tampoco le gusta que luzca escotes, que se maquille, que se vea linda y ni siquiera que baile.

Usted volvió con su exesposo, sin embargo, ese intento no funcionó.

Jonathan (Jaramillo) es un hombre maravilloso, mi mejor amigo. Nunca nos hemos faltado el respeto. Simplemente no fue la persona indicada. Nos casamos a los 25 años, yo era más madura y trabajaba. Había sido su primera novia formal. Lo intentamos por nuestra hija Anahí (8), porque no es cierto que un hijo se críe igual con padres divorciados. Lastimosamente no funcionó.

Tal vez busca a un hombre parecido a su padre.

Me lo merezco. Mi padre ahora que está muerto, me ve las 24 horas del día. No me crio para ser sumisa, para aguantar cachos, no viví eso en mi casa. Viví el amor, con un progenitor trabajador, tierno, motivador que sumó a la vida de mi madre. Ella se casó sin un título universitario y llegó a ser abogada. Merezco lo mismo o más de lo que viví de niña. Muchas mujeres se conforman con poco, yo no.

¿Ahora tiene pareja?

Terminé una relación (Alejandro Granda) hace dos meses o un mes y medio. Cuando las relaciones no funcionan, es mejor dar un paso hacia el costado. Tengo claro que ningún hombre va a cambiar por mí, ni que será mejor gente porque la mujer sea flaca o bonita. Los problemas se dan porque no hay compatibilidad de caracteres y porque no es la persona indicada. Ahora me siento más fuerte y bendecida. A mis 34 años me doy cuenta cuándo alguien me engaña, es mejor estar sola que vivir engañada o mal acompañada.

¿Qué le enseña a su hija que aprendió de su progenitor?

Que siempre sea ella, lo más importante es la integridad. Mi papá me enseñó a ser sincera, a querer a la gente por lo que es y no por lo que tiene, además en la vida nunca se deja de estudiar y todo se gana con mucho esfuerzo. Todo eso se lo inculco a mi niña.

¿Quiere más hijos?

Tengo conciencia social, estoy feliz con una hija. A los niños no solo hay que darles dinero y educación, también tiempo. Trabajo porque el trabajo dignifica, me hace una mujer más segura y una mejor madre porque no me siento frustrada. Soy una mujer para un hijo o ninguno. Creo que la gente de TV no debería tener muchos. Es mejor criar bien a uno, que muchos, mal o más o menos.

¿Retomó su carrera musical?

Estoy sacando el reguetón No somos nada, con el productor cubano Lios Choco. Siempre canté temas fresas, este es maduro y diferente, nada vulgar. Ya no me importa lo que diga la gente. A mi padre le encantaba que baile y cante. No me hacía problema por mi carrera, ni me celaba por la ropa que usaba. Hubiese querido que me dedicara a la política, pero no es lo mío. Me llamó la atención el pole dance y me gustó lo que generó en mí. Tenía el complejo de gorda. El baile del tubo me dio agilidad, acepté mi cuerpo y vencí mis miedos, uno de ellos a las alturas. No soy de las que se cuida en las comidas, no tengo vicios, no fumo ni bebo. Hago la dieta de mi familia, desayuno como reina, almuerzo como princesa y ceno como mendigo.

¿Se vendrá un disco?

Claro, se incluirán 7 canciones muy feministas. Probablemente lo lancemos en mayo del próximo año. No somos nada es el sencillo. Ya este lo comenzaré a promocionar. Se grabará un video.

¿Se convertirá en la Lupita D’Alessio ecuatoriana?

(Risas) Algo así. Aunque creo que me pareceré más a Paquita la del Barrio. Cantaré lo que quiero depurar. Seré más cruda al hablar y mis temas tendrán contenido.

Por lo dicho hasta ahora, algunas de sus exparejas le trataron de cortar las alas.

Mis exparejas odian la TV, lo que soy. Durante seis meses pasé sedada, creo que lo de la muerte de mi padre me dejó vulnerable. No podía dar una nota a la prensa, ni ponerme una blusa pequeña. Mi papá habrá llorado porque seguramente desconocía a esa Andrea. Cuando la gente decía que tenía carácter fuerte, él respondía que yo tenía carácter. Cuando quise retomar la carrera, empezaron los problemas en mi reciente relación. Estaba trabajando en una agencia de publicidad como relacionista pública y mi academia de pole dance era una sociedad con mi novio que es dueño de un gimnasio. Vivíamos juntos. Voy a abrir una academia el próximo año. Esa será mía y de nadie más. Estoy a punto de viajar a Brasil con mi hija y mi mamá (Nubia). Me mimaré un poco. La muerte de mi padre me desorientó y me agarraron fuera de base. Quizá en febrero me vaya a Italia. A mi hija le encanta viajar, así como los idiomas. Canta en portugués. Durante sus vacaciones del 2018 se quedará con unos familiares y ahí aprenderá el italiano.