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La amenaza economica de la flota pesquera china

La Armada pide la compra de un sistema de monitoreo satelital. Trescientos barcos acechan a Galápagos desde el 19 de julio.

El hallazgo que desató las falencias fue la carga de 20 asiáticos que transportaban pez martillos y otras especies en peligro.

La Armada apura la compra de un sistema de monitoreo satelital que abarque el mar territorial ante la necesidad urgente de mantener la vigilancia de la reserva marina de Galápagos y de las 200 millas de la zona económica exclusiva, que permita cuidar los recursos marinos.

La gran amenaza, por el momento, es una flota de pesca China con al menos trescientos barcos que están pescando desde julio en aguas internacionales, al filo de los límites ecuatorianos, en el corredor de migración de especies marinas como el atún hacia la zona económica exclusiva ecuatoriana.

Uno de esos trescientos barcos, el Fu Yuan Yu Leng 999, es el que fue detenido el domingo pasado dentro de la reserva marina con 300 toneladas de pescado en sus bodegas, entre ellos tiburones que están en peligro de extinción.

Imágenes satelitales, obtenidas en los últimos días, revelan la alta actividad pesquera de la flota china tecnificada, que está provista de todo tipo de embarcaciones, buques y hasta helicópteros que buscan burlar los escasos controles marinos para aprovecharse de los recursos del mar territorial ecuatoriano.

Según el capitán de navío Carlos Zumárraga, jefe del Estado mayor del Comando de Operaciones Navales, un buque y aviones de exploración aeromarítima, que salen desde Manta, están vigilando que los barcos pesqueros chinos no ingresen a la zona exclusiva.

La vigilancia es difícil debido a la extensa zona marítima de 200 millas y más que nada porque al menos se requieren dos buques que permanezcan entre 15 y 20 días en alta mar para cuidar los recursos marinos.

Existe la sospecha de que las embarcaciones chinas, tal como lo hizo el barco detenido el domingo, cambian la información de sus sistemas de seguimiento de cooperativa, anulando el rastreo para poder entrar, pescar y salir de aguas ecuatorianas.

El capitán Zumárraga precisó que la flota china llegó a las inmediaciones de Galápagos el 19 de julio y no se ha movido desde entonces de un área que, en tierra, es más grande que el territorio de la provincia del Guayas, y podría permanecer en el lugar hasta octubre, que es cuando empiezan a cambiar las condiciones oceánicas.

El capitán de corbeta Giorgio de la Torre, oceanógrafo del Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar), aseguró que la pesca de la flota china está provocando un grave impacto ambiental y económico y está poniendo en riesgo la soberanía alimentaria del país porque está pescando en uno de los grandes corredores de especies migratorias.