Metódico. Alfredo Arias es un estudioso del fútbol. Tiene como premisa adueñarse con la pelota para lastimar al rival.

Alfredo Arias, con la razon a su favor

El uruguayo, que asumió a mediados del 2016, tuvo su revancha en la presente temporada, después de un vicecampeonato donde pese a sus buenos números, se encontró a un Barcelona de récords, lo que opacó su labor en el banquillo.

Tres etapas de los campeonatos nacionales pasaron sin que Alfredo Arias logre su primer gran éxito con Emelec. Fue en el cuarto intento que el entrenador millonario ganó una fase del torneo ecuatoriano, lo que le permitió disputar una final que lo coloca como uno de los técnicos que le dio al Bombillo una nueva estrella, luego de superar al Delfín.

El uruguayo, que asumió a mediados del 2016, tuvo su revancha en la presente temporada, después de un vicecampeonato donde pese a sus buenos números, se encontró a un Barcelona de récords, lo que opacó su labor en el banquillo.

La directiva millonaria, comandada por Nassib Neme, no dudó y le ratificó la confianza mucho antes de que se cierre el año anterior y extendió el contrato de Arias hasta el 2018.

Con la tranquilidad del respaldo de los altos mandos azules, el técnico que llegó al Bombillo proveniente del Santiago Wanderers chileno empezó a buscar el objetivo del cetro esta temporada tras un proceso en el que jugadores históricos como Gabriel Achilier y Ángel Mena dejaron el equipo y se incorporó a Ayrton Preciado, Joao Rojas, Romario Caicedo, Christian Ramos, entre otros. Así comenzó un proceso de renovación que le costó críticas de la hinchada eléctrica y cierto sector de la prensa.

Arias optó por un silencio prolongado porque, según él, sus dichos eran “sacados de contexto”, tal como lo expuso luego de lograr el paso a la final ante Guayaquil City. Tras ser campeón, volvió a emitir declaraciones. “Estos muchachos son muy humildes, de entregarse en cada pelota y respetar la idea de juego. Ahí está la convicción de ellos”, comentó.

Ayer, el trabajo metódico, con la presión al adversario para aniquilarlo en la ofensiva, le dio la razón a un estratega muchas veces incomprendido, pero que desde el banco engrandece la vitrina de trofeos del conjunto eléctrico, tal como se lo propuso cuando tomó el cargo.