La agenda politica observa a Venezuela
Primero fue Argentina, donde la llegada a la presidencia del derechista Mauricio Macri marcó un cambio en el manejo político del país. Venezuela, Bolivia y Brasil, con sus crecientes crisis y problemas internos, vieron con preocupación este quiebre. Ecuador también.
Pero fue en Venezuela donde se dio un nuevo golpe de la derecha a una izquierda que ha dado por denominarse ‘del siglo XXI’.
La contundente victoria de la oposición en las elecciones legislativas fue un golpe para el Gobierno de Nicolás Maduro. A última hora, la Asamblea saliente, afín al Gobierno del chavismo, hizo algunas designaciones judiciales y tomó medidas para garantizar la continuidad de la revolución. La posesión de los nuevos legisladores, el martes pasado, marcó sin embargo el inicio de lo que, se prevé, será un férreo enfrentamiento entre el Legislativo y el Ejecutivo.
La oposición asumió el control de la Asamblea Nacional en ese país con la mayoría calificada de 109 diputados sobre 167, con la intención de desafiar al régimen de Maduro, sumido en una profunda crisis política y económica.
“Aquí hoy las cosas cambian”, sentenció en su discurso el veterano diputado y acérrimo antichavista Henry Ramos Allup, quien presidirá la nueva junta directiva del Parlamento.
Este cambio llega tras casi 17 años de hegemonía chavista en el Congreso. Y el desafío comenzó allí mismo, cuando el Pleno posesionó a tres opositores acusados por el chavismo de “irregularidades” en la votación.
Además, en lo que se advierte será otra de las primeras batallas en el Congreso (y aunque Maduro adelantó que la vetará), la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anunció que planea aprobar una amnistía para 75 políticos presos, entre ellos el opositor radical Leopoldo López, condenado a casi 14 años de cárcel acusado de incitar a la violencia en las protestas realizadas en 2014.
La MUD anunció que también ofrecerá, en un máximo de seis meses si el oficialismo se resiste a las reformas económicas, una vía “democrática, constitucional, pacífica y electoral”, según Ramos Allup, para buscar una salida anticipada del presidente Maduro.
Esto, mientras en la víspera del cambio de legislatura el mandatario venezolano promulgó una reforma para eliminar la facultad del Parlamento de elegir al presidente del Banco Central y dársela al Ejecutivo. Maduro evalúa presentar en breve un “plan de emergencia” para la reactivación económica y dijo esperar que la mayoría opositora no lo “sabotee”.
Y ya en el mando de la Asamblea, la oposición aceleró el choque de poderes con una medida que molestó a los chavistas: la orden de retirar de la sede legislativa todos los retratos del líder fallecido Hugo Chávez y algunos del Libertador Simón Bolívar. Esta medida incluso molestó a las Fuerzas Armadas, aseguró el ministro Vladimir Padrino, uno de los hombres fuertes del Gobierno.
Y desde Ecuador, lo que sucede en Venezuela es visto con mucha expectativa, tanto por el lado del Gobierno y su movimiento PAIS como por el lado de los opositores.
Fue el propio presidente Rafael Correa quien dio luces de por qué lo que sucede en el país amigo debe ser seguido con mucha atención. “No tienen candidatos para la presidencia, quieren hacer algo similar a Venezuela”, aseguró al referirse claramente a la oposición ecuatoriana.
Lo dijo a los periodistas, antes de iniciar una reunión en Quito de altos dirigentes de su movimiento político, donde ‘dibujó’ su modelo de conducción política hacia el 2017, año de elecciones.
En esa misma cita, elaboró un decálogo para encontrar los aspectos comunes que sostengan el proyecto de la revolución ciudadana y consoliden su propuesta política, que en los próximos días cumplirá nueve años en el poder.
Del lado de la oposición, igual. Están observantes. No están dormidos ni han perdido el tiempo. Hacen cuentas sobre el número de curules que podrían conseguir. También se mueven en los territorios y trabajan con sus bases. Lo de Venezuela los anima.