En relación a la caricatura titulada “Ojo: la infraestructura cuesta lo que cuesta...” publicada por diario Expreso en la edición impresa del lunes 19 de agosto de 2019, es necesario realizar varias puntualizaciones con la finalidad de brindar al lector información veraz respecto a las decisiones gubernamentales y evitar insinuaciones tendenciosas que desvirtúan la honra de las personas y del Gobierno Nacional.

La decisión del Gobierno de Todos de concesionar la planta refinadora de la Refinería de Esmeraldas se apega al compromiso del Ejecutivo para garantizar el cumplimiento de normativas ambientales y el funcionamiento adecuado de la planta, estableciendo la prioridad en los intereses del país y el beneficio a todos los ecuatorianos. Tal como lo informó el consejero de Gobierno, Santiago Cuesta, en la rueda de prensa del pasado jueves 15 de agosto, tal decisión no atiende a intereses privados, ni a “acuerdos entre privados” como recoge la historia respecto a hechos corruptos de la pasada administración de gobierno y que malintencionadamente se quiere sugerir en la caricatura.

Esta decisión es una acción responsable ante una situación que, de no ser atendida con la ética y compromiso de este Gobierno, ponen en riesgo la seguridad de los trabajadores de la refinería y de la provincia. La concesión además generaría mayor empleo y garantizaría el desarrollo de Esmeraldas.

La concesión es un modelo de gestión de la obra pública legítima y legal. En este Gobierno se ha trabajado por impulsar la participación de la empresa privada en la obra pública con la finalidad de optimizar los recursos públicos, generar empleo, potenciar el crecimiento de la empresa ecuatoriana y garantizar transparencia en los procesos. Insinuar que la concesión atiende a intereses privados empaña la estrategia de establecer alianzas público-privadas que generan beneficios para los ecuatorianos y para el Estado, siempre con pleno apego a la ley.

Además, todas las autoridades que son parte del Gobierno Nacional mantienen la firme convicción de velar por el bienestar del país. Afirmar o insinuar, sin fundamento alguno, mediante una caricatura (o cualquier otro tipo de publicación) que detrás de las decisiones de gobierno y de sus autoridades existen intenciones dudosas y poco honradas, atenta contra la honorabilidad del Consejero de Gobierno.

Por lo antes señalado, solicito que se publique esta carta en beneficio de la veracidad de la información que necesita la audiencia del país.

Sr. Gabriel Vicente
Arroba Soria

Secretario General
de Comunicación
de la Presidencia