Aberracion II

Los padres de familia ecuatorianos, ante los embates de la Ley de ideología de género, no cederemos ni un milímetro ante este nocivo y destructor empeño. Y en caso de que sea presentado el Proyecto de Ley de Ideología de Género ante la Asamblea Nacional, quienes la integran deberán rechazarlo basados en la evolución filogenética de la especie humana, so pena, de que la historia los señale como los causantes del más abominable crimen de lesa humanidad que se haya cometido.

El futuro de nuestro país, así como la esencia misma de la Patria, están en juego, al pretenderse entregar a nuestros hijos a una ideología que camuflada de política, impone preceptos nocivos y perversos.

Nuestros asambleístas no deberán perder el norte de sus funciones al aprobar este proyecto que además de avalar una monstruosa barbaridad jurídica, estaría dando paso a intereses múltiples, no solo locales sino globales; tan es así, que los gurús del caos, están en extremo preocupados por la posición radical y firme de los padres de familia de Latinoamérica.

El levantamiento de los padres de familia a nivel nacional, fue una demostración de extraordinaria solidaridad y fortaleza, gracias a la cual pudimos probar en las calles quiénes somos y que estos advenedizos no podrán imponernos una forma particular de pensar, habiéndoles quitado además, el derecho de acusarnos de fanáticos religiosos a quienes no nos postramos ante estas nuevas formas de colonialismo totalitario.

Nuestra mente, fuerza y corazón se desbordaron en defensa de los principios que nos animan y quedó sentado que este tipo de falacias jamás pasarán y que los padres ecuatorianos, ante cualquier conato neo-filosófico, saldremos a las calles y de ser necesario actuaremos con beligerancia, ya que nuestros hijos no serán cual chivos expiatorios frente a esta perversa ideología de género. Nos quieren obligar a orientar de forma viciosa y anormal nuestra manera de pensar y tienen el descaro de llamarnos fanáticos, en atención al tesón y entusiasmo con los que defendemos y defenderemos nuestros derechos.

Y sigo andando...