Un total de 22 personas resultaron heridas este viernes 15 de septiembre de 2017 alrededor de las 08h00 de la mañana, ninguna de gravedad, por una bomba casera colocada en el metro de Londres. La policía informó que se trata de un incidente terrorista. Los pasajeros huyeron cuando las llamas empezaron a propagarse dentro de un vagón en la estación de Parsons Green, en el oeste de la capital,

El servicio de ambulancias londinense anunció que trasladó a 18 personas al hospital, pero precisó que no parecía haber nadie en estado grave. “Ahora mismo lo calificamos como la detonación de un artefacto explosivo improvisado”, indico el máximo oficial antiterrorista, Mark Rowley.

Mientras que la primera ministra, Theresa May, encabezará una reunión del comité de respuesta de emergencias y aprovechó para reprochar al presidente estadounidense Donald Trump sus especulaciones sobre los autores del atentado del metro de Londres, cuya bomba, dijo la primera ministra británica, estaba fabricada para causar “daños significativos”.

Imágenes grabadas en el lugar mostraban un cubo blanco sobre el suelo de un vagón, con una bolsa para congelados de supermercado en su interior y lo que parecían cables saliendo de la parte superior. “Yo estaba en el segundo vagón desde atrás. Escuché una especie de zumbido. Levanté la vista y vi el vagón entero envuelto en llamas que venían hacia mí”, dijo a Reuters Ola Fayankinnu, que estaba en el tren.

Las calles colindantes a la estación de metro londinense de Parsons Green, donde hoy explotó un artefacto casero, permanecen cerradas a los viandantes y varios vecinos han sido desalojados mientras la Policía registra la zona.

Es el quinto acto “terrorista” en seis meses en el Reino Unido. El subcomisario Neil Basu, principal coordinador nacional de contraterrorismo, lo declaró un “suceso terrorista”, y pidió a la gente que evite la zona.