2016: leccion aprendida

desunión, guerra y locura. Para algunos, así se resume el 2016. Fue un año intenso. El fin de la certidumbre. El camino por el que habíamos optado en las últimas décadas fue trastocado. Desunión. La separación de la Unión Europea, el “brexit”. ¿Qué significa esto para el 2017? Estar atentos: lo imposible es posible. El escenario de la disolución de la UE no es tan absurdo como parece y quien así lo sostenga, no aprendió la lección que nos dejó este año. Y, sin embargo, hay una lección aún mayor. Ese “grupo de extremistas”, esos “ingleses de cepa”, de generaciones que no han entendido los nuevos valores, cuyas posturas fueron calificadas como racistas (por apoyar la separación para recuperar la soberanía de sus fronteras), fueron quienes decidieron el resultado del referéndum. Ojalá para este 2017 entendamos que vivir en democracia significa entender “al otro” y no juzgarlo por no compartir los mismos valores. De esta forma, el gran valor que debemos practicar el año que viene es la empatía.

Lo mismo aplica en el caso de Colombia. Guerra. Perdió “la paz”, al menos esa es la lectura rápida. Dejando de lado qué se perdió realmente, nos queda la misma lección. Quienes defendían el “no” eran catalogados como fanáticos, incapaces de perdonar. Para el 2017, Colombia nos deja tres lecciones: empatía; la importancia de participar (tomando en consideración la mínima diferencia entre el no y el sí y el alto absentismo); y la de pararse una vez caído. Después del resultado, al día siguiente, empezaron de nuevo.

EE.UU., nos deja la más grande lección. Locura. A los 20 días de empezado el año habrá nuevo presidente. Lo he escrito en mis artículos anteriores y lo reafirmo: el discurso anti-Trump fue en gran parte el motor que lo llevó a la presidencia. Su elección borró de un manotazo lo que significó Obama.

Lo que el 2016 nos dejó para el 2017: quitar de nuestro vocabulario la expresión “eso jamás va a pasar” y la obligación de ejercitar nuestra capacidad de adaptación. Será un año de muchos desafíos y por lo tanto la oportunidad de sacar lo mejor de nosotros, por eso, ¡feliz 2017!

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