Banca. Julio José Prado, Ángelo Caputi, Fernando Pozo y Ricardo Cuesta, ayer en la capital.

$ 10.000 millones de la banca para credito

Hay recesión. Opuesto a lo dicho por el gobierno de Rafael Correa, la banca privada considera que el país atraviesa una crisis económica endurecida a inicios de este año. Las estimaciones de las entidades financieras dan cuenta de tiempos difíciles, pero hay una luz al final del túnel.

La Asociación de Bancos del Ecuador cree que el momento es el ideal para invertir. Ayer, en rueda de prensa en Quito, los representantes del sector dijeron que invertirán unos 10.000 millones de dólares para créditos durante la segunda mitad del año. Mucho más de los casi 2.000 millones repartidos durante el primer semestre.

Julio José Prado, presidente de la Asociación, dijo que la banca hace un manejo responsable de sus recursos y eso le permite colocar dinero en épocas complejas. Es una vía para retomar, explicó, la senda del crecimiento.

Con él coincide el representante del Banco Pichincha, Fernando Pozo, quien explicó que la leve mejora en la cantidad de depósitos hace que existan recursos para los nuevos préstamos. El sistema financiero privado, insistieron, es sólido.

Prado respaldó su optimismo en cifras. Durante 2015, los depósitos en los bancos privados cayeron en un 12,9 %. Sumaron 22.273 millones de dólares al finalizar el año pasado. Para junio de 2016, esa cifra se ubicó en 23.906 millones de dólares. 1.633 millones más.

El destino de los 10.000 millones fue explicado también con números. Los créditos para consumo, en un ejemplo, tienen una morosidad promedio de 8,4 %. El productivo, en cambio, tiene una mora del 1,3 %. Ahí se concentrará la banca. Al menos el 66 % de los recursos irán a ese segmento.

No será el único enfoque de la Asociación. En este año promocionarán, fortalecerán y difundirán sus medios de pago alternativos. Cajeros automáticos, tarjetas de débito y de crédito expandirán sus alcances.

En enero de 2015, por ejemplo, había 4’999.874 tarjetas de débito. Luego de una caída de más de 100.000 documentos, en diciembre del año pasado, ahora circulan más de 5’066.370 tarjetas.

Un tema aparte es el dinero electrónico. Los banqueros no están interesados en sumarse a la iniciativa gubernamental porque quieren posicionar sus servicios. Ellos consideran que el manejo y uso de la forma de pago digital debe quedar en manos del Banco Central.