Programa Sanando Heridas
Hellen Quiñónez, con su programa social “Sanando Heridas”, recorre comunidades vulnerables de EsmeraldasLuis Cheme

Esperanza en cada paso: la entrega de zapatos de Hellen Quiñónez en Esmeraldas

La Fundación Hellen Quiñónez entrega calzado a niños y mujeres en Esmeraldas con su campaña “Sanando Heridas”

En medio de las polvorientas calles de barrios olvidados y caminos de tierra que conectan escuelas rurales, una iniciativa silenciosa pero poderosa sigue dejando huellas imborrables. La Fundación Hellen Quiñónez, con su programa social “Sanando Heridas”, recorre comunidades vulnerables de Esmeraldas llevando mucho más que calzado: entrega dignidad, alivio y una razón para sonreír. 

Niños, niñas, adolescentes y mujeres son los principales beneficiarios de esta cruzada solidaria. En cada parada, las manos de voluntarios se extienden con pares de zapatos nuevos o en perfecto estado, y los rostros de quienes los reciben se iluminan. “Cada zapato que entregamos es una muestra de amor. Sabemos que cuando un niño tiene zapatos, también tiene la oportunidad de caminar hacia sus sueños”, expresa con emoción Marcela Quiñónez, miembro activo de la fundación.

Más que un objeto material 

El programa “Sanando Heridas” no solo entrega un objeto material. En contextos de pobreza extrema, donde la carencia de lo básico se vuelve rutina, un par de zapatos puede significar la posibilidad de ir a clases, evitar enfermedades o simplemente dejar de caminar descalzo por la vida.

“Equipazo el que forma parte de este gran proyecto, las sonrisas que nos regalan nos alegran el corazón”, posteó este fin de semana la esmeraldeña Hellen Quiñónez, presentadora de la cadena internacional Univisión, en Houston, Estados Unidos. 

Programa Sanando Heridas
El programa "Sanando Heridas" lleva zapatos a zonas vulnerables de Esmeraldas para contrarrestar las carencias básicas que viven muchos jóvenes.Luis Cheme

En esta nueva etapa de la campaña, la solidaridad de empresas también se ha hecho presente. Una conocida marca se sumó a la causa con una importante: donación de calzado, fortaleciendo la capacidad de impacto de la fundación y multiplicando las sonrisas en cada rincón al que llegan.

La labor no se detiene. El equipo de la Fundación Hellen Quiñónez continúa su recorrido incansable por escuelas, barrios y recintos rurales de Esmeraldas, guiado por una convicción firme: donde hay necesidad, también debe haber solidaridad. Porque, paso a paso, se puede empezar a sanar una herida.

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